La CTA de Micheli marchó al Congreso y amenazó con «un paro de 36 horas» en junio

marcha-CTA-mayo-2014Se adelantó a las centrales de Moyano y Barrionuevo, que se movilizarán la semana que viene y que las conversaciones entre las tres fuerzas para una nueva huelga general «están avanzadas».

Mientras las CGT opositoras que conducen Hugo Moyano y Luis Barrionuevo impulsan una marcha contra la inseguridad a la Plaza de Mayo para el próximo 14 de mayo, la CTA opositora se anticipó y se movilizó hoy hasta el Congreso junto a empleados públicos bonaerenses enrolados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros sectores gremiales y sociales.

No obstante, las conversaciones entre la CTA de Pablo Micheli y las CGT Azopardo y Azul y Blanca están avanzadas de cara a un nuevo paro nacional en junio, esta vez por 36 horas. Las tres fuerzas protagonizaron el 10 de abril una huelga general que tuvo un gran nivel de acatamiento, aunque su impacto fue difícil de medir puesto que no hubo transporte y las agrupaciones de izquierda bloquearon la mayoría de los accesos de la Ciudad de Buenos Aires.

El titular de la CTA porteña, Carlos Chile, advirtió: «Salvo que haya un viraje en la política económica del gobierno, mientras no haya ninguna mesa de diálogo y este ajuste sigue golpeando a los trabajadores, vamos a trabajar para construir un paro de 36 horas con movliziación a la Plaza de Mayo en el marco de la unidad de acción con las CGT opositoras«.

Durante el acto realizado al final de la movilización y del que Micheli no fue orador se hizo explícito el apoyo a un proyecto presentado por el dirigente de la CTA y diputado Víctor de Gennaro destinado a «terminar con el unicato» de las organizaciones de los trabajadores y permitir que más de una central pueda tener representación gremial. Aunque no es el único, es quizás el tema que más rispidez genera entre la Micheli, Moyano y Barrionuevo.

Los dirigentes y trabajadores de la central disidente se concentraron esta tarde frente a la sede del Gobierno porteño y caminaron por la Avenida de Mayo hasta llegar a la plaza del Congreso.

La marcha se enmarcó en una jornada nacional de «repudio» contra el Gobierno nacional. Entre otras cosas, denunciaron un «ajuste» y un «brutal parate de la economía», reclamaron un sueldo mínimo de 9 mil pesos para los empleados públicos y el 82 por ciento móvil para los jubilados, y rechazaron la ley antipiquetes que promueve un grupo de diputados del Frente para la Victoria, a la que consideraron «un paso más de la criminalización de la protesta social».

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