Como suele pasar todos los meses, ayer el acceso a la Cámara Federal de la Seguridad Social –Lavalle 1268- lució repleto de expedientes. Es que los camiones del Poder Judicial comenzaron a  llegar con los 12 mil expedientes en los que deberá intervenir el tribunal de alzada. En su mayoría se trata de reajustes a favor de los jubilados, que fueron apelados por Anses.

La estrategia del organismo es ganar tiempo y llevar a la larga los reclamos. Muchos de los casos terminan en sucesión con los familiares de los verdaderos beneficiarios, que no llegan con vida a esperar la decisión final de la Justicia. Algunos casos duran más de 10 años.

Según cifras publicadas hoy por Clarín, las apelaciones de Anses de 2012 son récord. Hasta octubre, ingresaron a la cámara 39.115 apelaciones, a pesar que desde 2008 rige una resolución que le permite a la Anses no apelar las sentencias de primera instancia que tuvieran alcances similares al caso Badaro, caso emblemático del fuero con sentencia de la Corte Suprema de la Nación.

La cantidad de juicios de jubilados contra el Estado también continúa en ascenso: En 2012 se iniciaron 70 mil nuevas demandas, se dictaron 40 mil sentencias –casos iniciados años atrás- y se pagaron sólo 20 fallos.

La mayoría de los planteos cuestionan el congelamiento de haberes que hubo entre 2002 y 2006, período entre el cual la Corte reconoció un ajuste de 88,3% cuando los aumentos alcanzaron sólo el 12 por ciento.

Es doctrina de la Corte también impugnar el ajuste erróneo de los sueldos que se toman como base para determinar el haber inicial del jubilado –caso Eliff- y el famoso 82% móvil –caso Gemelli-. Además, existen otros tipos de planteos, entre los cuales se encuentran los del personal de las Fuerzas de Seguridad, los cuales se aglutinan en la letra –repisas- de los 10 juzgados de seguridad social.