El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, anunció que la ex Terrabussi, revisará los 86 despidos y 36 suspensiones y que dará una respuesta el próximo jueves. En esta revisión están incluidos los integrantes de la comisión interna. En tanto, el Gobierno bonaerense propuso a la firma y al gremio de la alimentación la rúbrica de un acuerdo que destrabe el conflicto desatado por el despido de 156 trabajadores, en los que figuran la posibilidad de revisar esas cesantías, el pago de sueldos atrasados y terminar con las protestas.
En el marco de una reunión que se extendió por más de cinco horas, los funcionarios del Gobierno provincial y nacional intentaron destrabar el conflicto generado tras el despido de más de 150 trabajadores en la empresa alimenticia.
Del encuentro participaron los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y su par bonaerense, Oscar Cuartango y representantes de la empresa y de los gremios de la Alimentación y de la comisión interna.
La reunión se produjo en un día repleto de marchas y movilizaciones por parte de trabajadores de la empresa, apoyados por gremios y organizaciones sociales y de izquierda, que provocaron importantes congestionamientos en el tránsito.
El conflicto tomó tal trascendencia que hasta la embajada de lo Estados Unidos instó a las partes a buscar una solución al conflicto que sea «duradera».
Según consignaron fuentes que participan de la reunión, el borrador del acta acuerdo contempla el compromiso de la empresa para revisar los 86 despidos y las 36 suspensiones de hoy, pero no aceptaría de ningún modo rever la reincorporación de los cuatro delegados echados.
Asimismo, prevé que el Gobierno provincial gestione ante las autoridades judiciales la posibilidad de un retiro paulatino de las fuerzas de seguridad que custodian la planta ubicada en General Pacheco.
A su vez, la empresa asumiría el compromiso de no adoptar nuevas medidas como despidos o suspensiones de personales y exhorta al gremio a evitar acciones protestas o actos que afecten la circulación vehicular.
La reunión arrancó pasadas las 17:30 en la sede del ministerio de Trabajo bonaerense, en La Plata, hasta donde llegaron las partes del conflicto para retomar el diálogo tras casi dos meses de controversias entre los empleados y los dueños de la ex Terrabusi. Al ingresar a la reunión, el subsecretario de Trabajo bonaerense, Carlos Molina, dijo que «técnicamente» no hay ninguna posibilidad de imponer una conciliación obligatoria, por lo que las autoridades deberán «agotar otros medios» para llegar a un acuerdo.
«No está nada descartado, estamos trabajando para solucionar este conflicto», aseguró el funcionario provincial, al ser consultado sobre la posibilidad de una reincorporación de los despedidos.
En tanto, el titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia, Rodolfo Daer, aseguró que para llegar a una solución «se tienen que deponer las actitudes rígidas». «Venimos a que se reincorpore a los compañeros y que se comience una nueva etapa laboral en esta empresa», sostuvo el sindicalista al ingresar a la cartera laboral.
Además, el sindicalista descartó que su gremio no haya apoyado a los trabajadores de Kraft Foods en este conflicto. En tal sentido, Daer mencionó las solicitadas en los diarios apoyando a la Comisión Interna, la convocatoria a las medidas de fuerza, las marchas al ministerio de trabajo.
No obstante, reconoció que surgieron diferencias con los delegados en cuanto a las metodologías para luchar por la reincorporación de los 156 despedidos.
Asimismo, indicó que la empresa tiene que «dejar la provocación» y señaló que las fuerzas de seguridad tienen que irse de la planta.
