Jueces crean un sindicato para dar “legitimidad” a sus reclamos

jueces-asociación-de-magist  Un grupo de magistrados conformó un gremio de alcance bonaerense, con el objetivo de defender la “intangibilidad de las remuneraciones” y mejorar las condiciones de trabajo.

Jueces, fiscales y defensores oficiales bonaerenses crearon a fines de octubre la Asociación Gremial de Magistrados (AMG). Se trata de un hecho inédito en el país: una entidad sindical de primer grado que agrupa y defiende los intereses de los jueces e integrantes de todos los departamentos judiciales de la provincia.

La constitución del sindicato se efectivizó el pasado 27 de octubre en La Plata, ante una propuesta de la Junta Promotora de la AGM provincia de Buenos Aires, integrada por el juez de Casación Víctor Violini; el juez en lo Civil y Comercial de La Plata, Enrique Gorostegui: y el juez de Tribunal Oral en lo Criminal de La Plata, Emir Caputo Tártara.

Para el acto, en el que también se aprobó por unanimidad el estatuto de la organización, se designó como presidente de la Asamblea al doctor Violini; como vicepresidente, el juez de Tribunal del Trabajo I La Plata, Víctor Hugo Guida; y como secretarios a los doctores Julián Lescano Cameriere y Gustavo Antonio Cosentino.

El encuentro contó con la presencia de jueces, fiscales y defensores de diversos departamentos judiciales de la provincia. Asistieron al acto funcional trabajadores de San Isidro, Morón, Lomas de Zamora, San Martín, La Plata, Lanús, Bahía Blanca y La Matanza, entre otros.

MG: ¿Cómo nació la AGM?

Violini: “El sindicato surge luego de conversaciones de colegios de provincia que hemos tenido, en atención a lo que nos ocurría cuando se trataban los temas salariales de los jueces y nosotros éramos una especie de invitados que nos llamaba el Poder Ejecutivo a sentarnos a la mesa de diálogo para determinar el porcentaje de aumento. Cuando nosotros nos sentábamos, la Asociación Judicial Bonaerense (AJB) nos decía ‘ustedes no pueden estar acá. No tienen legitimidad, no representan a nadie’. Entonces no podíamos peticionar o pedir al Ejecutivo por los sueldos de nuestros agentes. En razón de esto fue que se generó la idea del gremio. La única posibilidad que tenemos nosotros de sentarnos y discutir salarios es formar un gremio”.

VH Guida: “No estamos diciendo que la AJB son perversos. Ellos tienen un objetivo claro: lograr la ley de porcentualidad, buscan que haya una determinada fase de proporción entre los jueces y los empleados para a partir de allí pedir el enganche. Y eso lo que hace es que se presione para que los salarios de los jueces se incrementen porcentualmente menos que el de los empleados, para llegar a la ley porcentual. No tenemos nada contra la AJB, tenemos muy buena relación y muchos reclamos comunes”.

MG: ¿La asociación gremial interfiere las actividades de los colegios de magistrados?

Violini: “La AMG no tiene nada que ver con el colegio”.

Caputo Tártara: “Hay que separar y esclarecer con mucho énfasis que en nada empece en la actividad del colegio porque son actividades paralelas y diferentes. Los colegios van a seguir funcionando como tales en cada uno de los departamentos judiciales de la provincia. A veces con cierta falta de información, o de forma tendenciosa, se ha pretendido decir que el nacimiento de la Asociación Gremial de Magistrados tiende a eliminar los colegios. Pero no es así para nada, todo lo contrario”.

MG: ¿Cuáles fueron las problemáticas que llevaron a la creación del sindicato?

Violini: “El gremio es una necesidad, nosotros vemos que los salarios nuestros en forma diaria y cotidiana se van depreciando, y comparado con cualquier otra provincia estamos en el fondo del mar. En algún momento nosotros llevábamos un índice comparativo entre lo que cobraba un juez del mismo nivel en la diferentes provincias. Hace cuatro años a esta parte, nosotros estábamos en el quinto lugar, éramos la quinta provincia a nivel de sueldos, hoy estamos en el nivel 18.

Eso por un lado, y por el otro lado, el tema de las defensas de nuestros afiliados en aquellos casos en que ocurran presiones políticas o mediáticas, en cuanto a cada uno de sus fallos. No se puede trabajar presionado. Queremos que se nos respete, queremos mantener la independencia. Si vos no estás de acuerdo con un fallo, lo correcto es que apeles, no que le pidas juicio político y me tenga que ir por la ventana porque al político de turno no le gustó el fallo que hice. Son cosas reales y hacen a las condiciones de trabajo. También tenemos problemas de infraestructura, pedimos condiciones dignas de trabajo. Los tribunales nuevos que se van creando, y en el caso de algunos tribunales de trabajo, están en condiciones indignas. Esa es otra de las cosas que se plantean o lo que se pide en un reclamo”.

Caputo Tártara: “Lo importante del gremio es lograr la legitimidad. Primero, hay que aclarar que nos consideramos empleados. ¿De quién? De la Corte, la cabeza de uno de los tres poderes del Estado. Todo el tipo de manifestación en alguna reunión, alguna publicación en revistas jurídicas respecto a reclamos de condiciones laborales se diluían por la ausencia de legitimidad. No teníamos legitimación, y es lo que buscamos con el sindicato. La posibilidad de que se nos oiga como asociación gremial frente a planteos de mejora en las condiciones laborales”.

MG: ¿Cuáles son las características distintivas del estatuto?

VH Guida: “Nos llevó varias de reuniones de trabajo elaborar el estatuto, que tiene varias particularidades. Una es que no permite la reelección inmediata: después de un período, si algún directivo desea volver tiene que dejar pasar al menos un período. Y otro es el tema de contralor, que no digo que es inédito, pero está más perfeccionado, a través de lo que generalmente se llama órgano de fiscalización.

En este caso no se elige con las autoridades del sindicato sino que los elige el congreso, a través del órgano deliberativo, cada dos años. Eso significa que las autoridades que tienen cuatro años de mandato van a tener dos órganos de contralor distintos, o no. porque pueden ser reelectos. Se elige cada dos años a través del órgano deliberativo por lo cual se asegura la independencia del órgano de contralor. Cuando es elegido por la misma comisión directiva no hay demasiada garantía de un control directivo”.

MG: ¿Pueden realizar medidas de fuerza?

Caputo Tártara: “Hay una autolimitación en lo que hace en no llevar a cabo medidas de fuerza. Hay una disposición en el estatuto que lo prohíbe taxativamente. Existe la posibilidad de promover acciones haciéndolas valer desde la perspectiva de la legitimidad pero con un clarísimo, contundente, impedimento de que no se puede interrumpir lo que sería la Justicia como servicio a la comunidad”.

MG: ¿Se van a adherir a alguna central de trabajadores?

VH Guida: El estatuto tiene determinadas características que se adecuan a las especiales características de nuestro trabajo. Incluso está preservado la independencia de criterio de los integrantes de la asociación. Esto quiere decir, y se podría plantear con absoluta veracidad, que si alguien está afiliado y si el sindicato en un tema determinado dijera A, pareciera que el afiliado estaría obligado también en el ejercicio de su trabajo a decir A.

La ley aconseja que el afiliado tenga la libertad absoluta de decir lo que quiera en su sentencia. ¿Qué sucede? Para poder afiliarnos a otra de grado superior, la entidad debiera necesariamente compartir los mismos criterios porque sino quedaríamos encerrados en una telaraña. Es decir, nosotros tendríamos libertad absoluta de criterio pero estaríamos afiliados a una central que establece, como debe ser en cualquier gremio normal, una verticalidad. Lo que sí pensamos es que si en alguna otra jurisdicción o provincia se creara otra entidad sindical con los mismos propósitos, fines y limitaciones podríamos llegar a federarnos. En cambio adherirnos a una entidad de grado superior que no comparte exactamente nuestros fines daría por tierra lo que dice nuestro estatuto de la libertad de criterio.

MG: ¿Tienen definido un porcentaje de aumento salarial a solicitar?

Violini: “No hablamos de porcentaje de aumentos. Nosotros hablamos de equiparación salarial. Queremos estar equiparados con lo que cobra un juez de Nación o de Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Queremos llegar a la equiparación pero no somos necios, sabemos que no se puede llegar de hoy para mañana. Pero sí ir avanzando y estar equiparados en un tiempo lógico y determinado”.

MG: ¿Uno de los propósitos es “humanizar” la labor de los jueces?

Violini: “Buscamos tratar de que la gente entienda que un juez es una persona como ellos y que lo único que hace es hacer un laburo distinto porque es un laburo técnico porque se formó para esto. Somos trabajadores como cualquiera. Cobro un sueldo, vivo de mi sueldo, no hay chance de tener otra actividad, salvo la docencia. Entonces, así como te digo que estamos en igualdad de condiciones, también te digo que si el trabajador paga Ganancias, yo también tengo que pagar Ganancias porque estoy en la misma condición que cualquier trabajador. Así como pagamos todo tipo de impuestos. Pero para llegar a eso hay tenemos que respetar una serie de parámetros que están pisoteados”.

 

Fuente: Mundo Gremial

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