Jorge Ferraresi y la incoherencia en el discurso

    Ferraresi-moquitoJorge Ferraresi es el intendente del partido de Avellaneda, además de ser un referente según lo intenta demostrar cada vez que puede del Kirchnerismo y defensor de la inclusión y los derechos humanos, o por lo menos eso es lo que repite en sus discursos.

Entre los varios problemas que padecen los vecinos de Avellaneda, está el tema de la inseguridad, tema del cual se han hecho eco varios medios, incluso los que no tienen nada que ver con el Grupo Clarín, para que no se crea que las denuncias de vecinos forman parte de alguna campaña política. La inseguridad existe, es real y además existen innumerables factores que contribuyen a que los delincuentes se sientan muy cómodos en el partido de Avellaneda.

Contradicciones, incoherencia y promesas sin cumplir, son algo natural de los políticos, así como hace tiempo perdieron la honestidad intelectual y muchos van y vienen de un partido al otro según como se puedan acomodar en las listas y los cargos, también han tenido muchos políticos que armar estructuras que los sostengan con lo que tengan a mano.

Nadie duda de que el tema de la inseguridad es un factor que debe ser abordado desde políticas de inclusión social, y que la mano dura no soluciona nada, si no existe un compromiso de cada funcionario en hacer bien su trabajo y en llevar a quienes delinquen a otras opciones distintas que el delito como medio de vida.

El tema está en la forma en que se aplican esas famosas “políticas de inclusión”, que al parecer no son más que el ya conocido “clientelismo” disfrazado de asistencialismo. No existe peor política de inclusión que el Estado que fomenta el ocio y el concepto de que nada cuesta. Para incluir además de dar, es necesario educar, generar en el beneficiario el concepto de responsabilidad, algo que al parecer los políticos por alguna razón llevan incorporado como una mala palabra, porque ellos nunca son responsables de nada y en cambio son los patriotas que se sacrifican por sacarnos del caos y el infierno.

Cuando se distribuyen mal los recursos destinados a la inclusión de los ciudadanos, en beneficio de grupos que hacen de la marginalidad su medio de vida, porque es cómodo, porque no hay reglas que cumplir, porque no hay obligaciones ni responsabilidades, entonces es una gran mentira que se están haciendo políticas de inclusión. Porque como los pasos por la gestión no tienen luego responsabilidades con sus patrimonios, hacer cualquier cosa, y mantener con asistencia a algunos que solo se movilizan para actos, marchas o mandados políticos, otorgándoles empleos mientras que se excluye a jóvenes capacitados, porque ese que se beneficio va a tener que dar la mayor parte de su sueldo y a cambio no concurre a trabajar, es dañar la sociedad y no una avivada.

Por estos días, consciente de que ya no quedan excusas que calmen los reclamos de los vecinos, tal vez, porque hay muchos pícaros que asesoran a políticos en temas que ellos desconocen totalmente, se le sugirió al intendente tener una policía propia, algo que para los que no conocen realmente de que se trata, tener una policía propia no es un camino en beneficio de los vecinos donde el municipio deberá poner más recursos económicos, las policías siempre son un tentador objetivo de los políticos, porque tener a sus órdenes a una fuerza policial da poder y genera “negocios” traducido dinero.

Ahora bien, una policía propia debe tener la legitimación de los vecinos como excusa, porque a no dudar que las tasas aumentarán con una fuerza que necesita de móviles, equipos y personal para ser operativa. Es decir, lo que en su momento se le criticó a Mauricio Macri, parece que no es tan mala idea en algunos municipios del conurbano.

Para ello la campaña de firmas de un petitorio que debería ser voluntario, pero que para sorpresa de algunos, existen dependencias municipales como lo es el edificio de la Av. Belgrano, donde las mujeres que tramitan su tarjeta de compras para las madres, deben firmar el petitorio como una condición ineludible para continuar el trámite, así como la presencia en algunas esquinas de gente contratada que recoge firmas, es decir, no es algo espontáneo o de interés del vecino, que lo que quiere es que lo cuiden.

Las quejas de muchos respecto de la tarea de la policía en el partido, especialmente por falta de patrullajes, por las demoras en llegar a los hechos que se denuncian al 911, encuentran por un lado el discurso de que el intendente asume el compromiso, nunca se especifica de qué forma, pero a la vez se disculpa diciendo que la responsabilidad de la seguridad de los vecinos en la provincia de Buenos Aires, es un tema de la Gobernación, jefe político de la policía.

Lo que no se asume, es que el Jefe Distrital, ha sido elegido por el intendente, estimamos que no por amistad o porque le caiga bien, sino que habrá sido por su perfil profesional, entonces si la cosa no funciona en el partido, algo de responsabilidad hay que asumir para ser coherentes entre lo que se hace y lo que se dice.

Sumando más incoherencia en el discurso, encontramos que, si la policía bonaerense es dependiente de la Gobernación, y esta es quien debe asumir los costos políticos de la disconformidad de los vecinos, entonces ¿para qué? Colocarle a los patrulleros de la comisaría 1ra. la leyenda “Gestión Jorge Ferraresi”, es mala la policía para el trabajo, pero buena para ponerle algo que se asemeja más a una publicidad de campaña que a un mérito, porque es evidente que si me deslindo de los malos resultados operativos de la policía, para qué poner mi nombre. Coherente fue la decisión de que en los carteles de estacionamiento ordenado, se evito colocar el nombre del intendente, se cambió el color, tal vez por las quejas de los comerciantes, que se sintieron traicionados luego de haber colaborado muchos de ellos con la campaña anterior del intendente. Cosas de la política que los ciudadanos y los vecinos no tenemos que dejar pasar como algo intrascendente.

Nadie está pidiendo que el intendente salga a patrullar las calles, pero sí debería ocuparse en profundidad de la seguridad de todos los vecinos, cuando han tomado la decisión de colocar en los patrulleros su logo que identifica a la gestión, porque esto se ve y es una señal de reciprocidad. No he visto patrullero en el mundo que lleve una propaganda política, es muy novedoso esto que ocurre en Avellaneda, una cosa es identificar el partido, otra muy distinta a un político.

Reflexiones, y más observaciones que iremos desarrollando respecto de los políticos que nos hemos sabido ganar en Avellaneda, que no son los únicos responsables, nosotros, los que votamos en el partido, tenemos nuestra cuota de responsabilidad, por no preocuparnos, por no querer involucrarnos, por no exigir, ya no se puede vivir creyendo que mientras a mí no me toquen no me importa, porque hoy, nos puede tocar a cualquiera.

patrullero-1ra-Avellaneda

Marcelo Ricardo Hawrylciw

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *