Grave denuncia de torturas en la Unidad Penal 32 de Varela

En el caos que se vive en las unidades del Servicio Penitenciario Bonaerense, una nueva denuncia pone una vez más, la falta de controles, respeto por la Ley y el alto grado de corrupción en las unidades. Mientras que por un lado se producen insólitas fugas, por el otro se violan los derechos humanos de otros internos.

La familia de Darío Maximiliano Zapata de 25 años, quien cumple una condena de 6 años por robo en la Unidad Penal N° 32 de Florencio Varela, denunció que un grupo de guardias sometió al joven a severas torturas y tormentos. Una fotografía sacada con un celular mostró como lo maniataron de las muñecas y lo colgaron del techo para pegarle en la boca, la espalda, las piernas y los brazos.

Según una denuncia presentada por el padre del reo, Zapata recibió los golpes en el SAC –Área Separación de Convivencia– donde los oficiales lo llevaron para «disciplinarlo»·

Su hermana acercó las fotos a la defensoría oficial de San Martín, que presentó un hábeas corpus ante el Juzgado de Ejecución Penal Nº 2, a cargo de María Olmedo. Ahora, a través de la causa 567973-06 deberá investigar quiénes fueron los guardiacárcel que sometieron al preso a los tormentos.

«Esto no tiene explicación, fue algo personal. Mi hijo está detenido por robo calificado. Lo condenaron a nueve años y seis meses y hace seis años y ocho meses que está detenido. Ya está pasado de condena, tendría que estar en libertad condicional desde hace 45 días, desde el 16 de junio de 2012», explicó Eduardo, padre de Maximiliano, al diario Tiempo Argentino, en lo que transformó en un nuevo episódio de bochornoso dentro del Servicio Penitenciario Bonaerense donde se cree que otros presos son sometidos a los mismos tormentos a diario.

Según el hombre, fue un anónimo quien envió las fotos a la familia (trascendió que las imágnes fueron sacadas por otro recluso que logró ingresar el teléfono celular). «Esto es represión. Ya no es un penal, es un campo de concentración. Es inconcebible. Ver a tu hijo colgado es muy doloroso».

Eduardo visitó a Zapata, que ante la denuncia fue trasladado en las últimas horas, a la Alcaidía de San Martín. «El SPB le ha dado cada paliza terrible, mi hijo tiene cicatrices por todos lados», describió.

Este hecho se suma a la fuga de Marcelo Segovia, ocurrido 20 de julio en la Unidad 23 de Florencio Varela, tras recibir una visita. Lo extremadamente llamativo y que generó fuertes sospechas sobre quienes estaban encargados de vigilarlo fue el modo en que lo hizo: se escapó vestido de mujer.

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