Giustozzi en retirada: cerró su despacho

GiustozziRubén Darío Giustozzi pasa sus peores días políticos. Abandonado a su suerte por su jefe político, Sergio Massa, el diputado del Frente Renovador se encontró con una sorpresa el 8 de abril cuando iba a entrar a la Cámara de Diputados:  lo esperaban, enojados, los empleados del bloque del Frente Renovador para que firmara los contratos y pudieran seguir trabajando.

Tal vez sin tomar conciencia del daño que haría, Giustozzi había desparecido de la Cámara durante todo el año, enfurecido por tener como rival a Francisco de Narváez en la interna del Frente Renovador.

Su reacción fue violenta: cerró el despacho que alquilaba frente al palacio, donde además de su tarea parlamentaria sus colaboradores realizaban las tareas administrativas del bloque, y se fue, según consigna la web www.lapoliticaonline.com.

En el bloque aseguran que no renovó el contrato de la oficina y ya la devolvió. Y que su único espacio físico es un ignoto despacho en el edificio anexo que rara vez está abierto. Lo cierto es que Giustozzi no limitó su bronca a destratos políticos sino también a una total desidia administrativa.

En la sesión del 25 de febrero estuvo ausente sin aviso y los empleados del bloque lo esperaron en vano.
Los más nerviosos eran quienes renuevan su contrato año a año y no podían liquidar sus sueldos. Debieron esperar a abril para gestionar una solución que en algunos casos aún está pendiente.

Giustozzi no quiere competir con De Narváez y desde su arribo al Frente Renovador amenaza con pegar un portazo del massismo. Amaga con volver al kichnerismo o buscar una reelección como intendente. El problema del hombre es que los números no le cierran a pesar de sus costosas apariciones públicas para levantar su imagen, publicidades pagadas con el dinero de los vecinos de Almirante Brown.

En Almirante Brown no la tiene fácil. El temor de Giustozzi es que el crecimiento del Pro derive en una elección de tercios que complique a su sucesor, Daniel Bolletieri. Mauricio Macri oscila en los 15 puntos y puede trasladarlos a su candidato local, Carlos Regazzoni, trámite nada difícil porque Buenos Aires tiene primarias y generales simultáneas a la Nación.

Giustozzi cree que la única forma de evitar eso es siendo el único candidato a gobernador del Frente Renovador. Y como Massa ya le dijo que no ocurrirá, se enojó. En el medio, cerró su despacho y dejó a sus propios empleados masticando incertidumbre.

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