Aún esperamos que algún día la directora de Ética Pública y Transparencia Institucional de Avellaneda, la abogada Geraldine García aparezca o bien renuncie a su cargo, porque al hecho de cobrar un sueldo y horas extras que no puede justificar, su ausencia de funciones produce un grave perjuicio a uno de los conceptos de la Democracia como es el Acceso a la Información y el respeto por la Ley y la Ética de los funcionarios.
Ya conocida la lista de candidatos oficialista local por Unidad Ciudadana, resulta que la misma es encabezada por Mónica Girelli, acutal subsecretaria de seguridad y el segundo candidato Alejo Chornobroff quien fuera públicamente denunciado por una mujer militante por acoso y de intercambiar asistencia por favores sexuales, hechos que por ser un funcionario público debería aclarar.
Pero resulta que ambos candidatos deberían hacer uso de licencia a partir de su actividad política, por el contrario ninguno de los dos han solicitado la correspondiente licencia.
En el caso de Mónica Girelli, un comunicado del propio municipio convoca a los vecinos a una charla en un club de Wilde por la inseguridad, pero curiosamente equivocan su cargo, que no es secretaria de seguridad, sino sbsecretaria.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw