Familiares, vecinos y amigos de Andrea Viera, la joven que fue detenida junto a su esposo en un procedimiento irregular y sometida a torturas en una comisaría de Florencio Varela que le ocasionaron su deceso en mayo de 2002, se movilizarán para exigir que la mujer policía que fue condenada a prisión perpetua “cumpla su pena en la cárcel y no con el arresto domiciliario con la que fue beneficiada”.
La marcha se realizará mañana, a las 15, desde la estación Zeballos hasta la comisaría 1ª de Florencio Varela, al cumplirse “8 años de impunidad” y en la oportunidad, se denunciará que la acusada Marta Jorgelina Oviedo Zalazar -ex cabo 1ero. y que cumplía funciones en dicha seccional- “viola, en forma permanente, la prohibición de salir de su casa”.
“Si bien lleva una pulsera electrónica, anda libremente por la calle, dando muestras de no importarle nada. Se la ha visto en una sala de bingos, paseando con sus hijos, que también son policías, y gozando de buena salud, pese a que el beneficio se le fue otorgado por una supuesta afección cardíaca. Hace mucho tiempo que lo venimos denunciando y en los últimos días, hicimos una presentación en los Tribunales de Quilmes para intentar poner fin a esta situación”, precisó Eugenia Vázquez, hermana de Andrea Viera, en diálogo con este diario.
“En forma pacífica y pidiendo que se haga justicia, después de tanta impunidad”, la movilización contará con la participación de representantes de organismos de derechos humanos, familiares de víctimas de otros hechos de violencia institucional, representantes de movimientos sociales y dirigentes de partidos políticos, sindicatos y agrupaciones estudiantiles, “que desde siempre nos vienen apoyando”, agregó.
Demorados
Andrea Viera fue demorada, junto a su marido Gustavo Cardozo, el 10 de mayo de 2002, cuando caminaban por la estación ferroviaria de Zeballos y conducidos a la comisaría 1ª de Florencio Varela por “averiguación de antecedentes”. La presunción sobre que la pareja había participado de la agresión derivó en que, una vez en la seccional, ambos hayan sido sometidos a diversos tormentos.
La joven, con graves heridas por las torturas recibidas, fue internada en un hospital, donde falleció doce días más tarde. El caso fue llevado a juicio oral y público, en julio de 2002, y de los cinco efectivos de la Policía bonaerense imputados, sólo la entonces cabo 1ero. Oviedo Zalazar fue hallada culpable y condenada a prisión perpetua, mientras sus compañeros de la fuerza (el oficial David Gutiérrez, el suboficial Carlos Maidana, el agente Oscar Farías y el subinspector Diego Herrera) resultaron absueltos “por el beneficio de la duda”.
