Florencio Varela:Asesinan a un hombre delante de su hijo de 5 años para robarle una pileta de lona

En Florencio Varela, partido del sur del conurbano un hombre salió a increpar a tres jóvenes que ya habían intentado robarle la pileta de lona. Ellos le dieron una paliza, lo apuñalaron y lo mataron delante de uno de sus hijos, un nene de 5 años.

El Don José es un barrio humilde de Florencio Varela. Limita a un lado con un descampado y al otro con un arroyo. Los calles son de tierra y, aunque no aparecen en ningún mapa , llevan vistosos nombres gauchescos como “La Cautiva”, “El ombú” o “El Bayo”, que los vecinos anotan en los frentes de sus casas con cal o tiza.

José Luis “Pulga” Suárez había nacido ahí hace 27 años y ahí criaba a sus tres hijos. Trabajaba en una fábrica de aceite y siete meses atrás pudo mudarse a una casa propia, frente a la cual lo asesinaron a puñaladas en la madrugada del domingo . Había salido a increpar, armado con un cuchillo, a tres jóvenes que, estaba seguro,  le querían robar una pileta de lona que tenía en el patio. Los hombres lo amenazaron, luego lo atacaron a golpes y al final lo mataron con su propio cuchillo.

“Me lo mataron como a un animal por una pileta de mierda. Le pegaron como diez puntazos, todo adelante de mi hijo de 5 años. Cuando lo fui a ayudar me gritaba ‘Tengo sed, gorda, tapame el agujero’ ”, contó su mujer, Vanesa González, que dijo que los ladrones fueron golpeando y cortando a su marido durante un trayecto de más de 50 metros .

Anoche, dos sospechosos habían sido detenidos en un barrio cercano y quedaron demorados en la comisaría 2a. de Florencio Varela. La idea era ver si la mujer, que presenció la pelea y conocía de vista al menos a uno de los que lo atacaron, lograba identificarlos. “De la comisaría me estuvieron llamando todo el día y pasaron, pero yo acá sin él no quiero vivir más y él ya no va a volver. Tengo miedo… encima soy la única que conoce a los que lo atacaron ”, contó Vanesa.

El hombre asesinado vivía en una casa pequeña pero cuidada ubicada en La Cautiva 1048, una calle que se va estrechando hasta convertirse en un fino sendero cuando llega al arroyo, ubicado a unos 50 metros. Al igual que un par de casas más de la cuadra, en el jardín hay una pileta de lona. La de Vanesa y José parecía ser una de las más grandes del barrio.

Aunque ella nunca había oido que fueran objeto preciado por los ladrones, hace una semana ya tuvo una primera sorpresa. Era la una de la mañana del sábado y ella acababa de volver de la casa de su suegra –donde los fines de semana hacen empanadas para vender– cuando vio a un tipo bajito que había saltado el alambrado.

“Estaba inclinado adentro como si le quisiera sapar el tapón, y al lado de él habían otros dos hombres . Yo estaba sola, pero les pegué un grito y se fueron corriendo”, contó la mujer.

Este domingo a la madrugada, el episodio se repitió , pero esta vez ella estaba con su marido. “Me estaba por ir a bañar y los vi afuera. Le grité, ‘Pulga, están otra vez los pibes afuera”, contó. Ahí nomás su marido agarró un cuchillo de la cocina y salió. “Yo me acuerdo que se asomó y les gritó: ‘¿Qué onda, se quieren robar la pileta de mis nenes?’ ”, contó Vanesa.

Ahí empezaron a cruzarse insultos y, según el relato de la mujer, le tiraron una piña apenas abrió la reja para ir afuera. “El les tiró un puntazo pero lo agarraron entre los tres, le quitaron el cuchillo y empezaron a pegarle. Yo le gritaba ‘entrá, Pulga’, pero él empezó a retroceder hacia el arroyo. Intenté buscar el celular pero no lo encontraba, así que salí corriendo hacia lo de mi suegra. Cuando pasé por el arroyo, vi que estaban intentando tirarlo y que uno de los tres le tiraba puñaladas de arriba”, contó la mujer.

Cuando Vanesa volvió, los jóvenes ya habían desaparecido y su marido intentaba volver a pie hasta la casa. “Lo raro es que el cuchillo apareció tirado acá, yo creo que se lo trajo clavado hasta que acá en la puerta de la casa se cayó al suelo. Un poco después llegó la gente a la que le fui a avisar con un auto y lo subieron”, recordó la mujer que, cuando evocó el desesperado intento por salvar a su marido, rompió en llanto.

Al parecer, tras salir de la zona de calles de tierra, el auto en el que iban se paró. Lograron ponerlo en marcha de nuevo y fueron hasta el hospital Mi Pueblo de Florencio Varela, donde según fuentes del caso el hombre murió a eso de las 03:30 hs. Cuando me dijeron que había entrado en paro, yo no entendía nada, le seguía gritando como si pudiera oírme”, contó Vanesa.

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