Ferraresi y la guitarra de Lolo

Pocas veces uno imagina que en medio de una Pandemia, donde se le pide a la sociedad paciencia y que se cuide, un político derrape de forma ridícula como lo viene haciendo el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi, quien no tiene motivos para festejar suponiendo que su percepción de la realidad funcione correctamente.

Avellaneda durante su recta final de gestión ha alcanzado estar primera en una escala para el olvido, es el municipio con más contagiados por COVID-19 y ascendiendo en contagios y muertos, incluso supera a Lanús, donde Néstro Grindetti señalado por el gobernador Axel Kicillof de imprudente por la apertura de muchos rubros comerciales, está mejor.

Esto muestra una política para los medios y otra real, en Avellaneda, aunque formalmente no se han habilitado todos los rubros, ya funcionaban antes que en Lanús, con el riesgo de que en Lanús se habilitaron con protocolos de seguridad y en Avellaneda a gusto del comerciante, así cada uno hizo y hace lo que se le canta.

Los controles por parte del municipio ya lo hemos señalado no existen, a la criminal conducta de Ferraresi que no desconoce la realidad por lo tanto es responsable, se suma un incremento notable del delito, la mala elección del Jefe de estación policial, trajo como consecuencia que muchos barrios estén en alerta por la ola de robos, mientras tanto, Jorge Ferraresi se muestra muy divertido recibiendo a luthiers en su despacho, lo que no está mal si todo funcionara bien y si tuviera la misma actitud relajada para atender en su despacho a vecinos que la están pasando muy mal.

Desconocer esto es ser un irresponsable y un caradura.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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