Fanetti, el nuevo escándalo en el Consejo Escolar de Avellaneda

El Consejo Escolar de Avellaneda sigue siendo un puterío, se acusan de un lado y del otro, no es algo nuevo, como no lo es el hecho de que muchos son «fantasmas» o «ñoquis», recuerdo cuando el ilustre Sagol estuvo en el consejo y era un ausente cotidiano, ahora los consejeros escolares de CAMBIEMOS, publicaron una nota que dirigen a la gobernación por la agente Fanetti Mariela Gisele, pidiendo que se revea su designación por las faltas a su trabajo y porque entienden que fue puesta a dedo o por acomodo. Bueno, CAMBIEMOS no es el paradigma de la transparencia y si bien para difundir la nota y rosquear políticamente el tema se valieron del «medio» online En La Mira, que es el complemento ideal porque si hay algo que caracteriza ese seudo medio son las faltas de ortografía y las mentiras.

Ese medio (que usó una foto de nuestro medio sin mencionarlo) se preguntaba si la joven es familiar de alguien y otras preguntontas, los que tenemos algo de conocimiento de la política local, sabemos muy bien que Fanetti fue un ladero de Cacho Álvarez, hoy con CAMBIEMOS, así que ojo con las tapas que destapan porque CAMBIEMOS suele recibir un boomerang con sus denuncias.

Por otro lado es preocupante leer que en la denuncia los consejeros escolares no sepan escribir el nombre de la vicepresidenta del consejo, la escrachan, pero escriben Mirtha (será por Legrand?) cuando es Mirta, digo por eso de que las cosas hay que hacerlas bien. Bueno nada, el consejo sigue siendo una bolsa de gatos, de trabajar por la educación local ni hablar, se sigue peleando puestos, dejen de ser patéticos y trabajen.

Como suele pasar en las redes sociales, los comentarios de los usuarios suelen ser una muestra de quienes participan en la política local, de hecho en un acto que los pinta como lo que son, los consejeros de CAMBIEMOS sita como fuente a las redes sociales, algo poco serio para dejar sin trabajo a alguien, que si es cierto no concurre a trabajar o la designación fue irregular no debería terminar en ella la sanción, sino sumariar e investigar a quienes permitieron el acto.

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