Faltan casi 3.000 maestros en la Ciudad

El número de inscriptos en los magisterios de Buenos Aires revirtió la tendencia en alza de los últimos años, y en 2012 hay menos aspirantes. El mayor déficit está en el nivel primario. El ministro Bullrich, calificó la situación como «preocupante».

En 2011 el número de inscriptos para la carrera se ubicó en 6834, unos 300 aspirantes menos que en 2010. De 2009 a 2010 la matrícula también había aumentado.

Informa el diario Clarín que si bien el porcentaje del déficit de maestros es bajo (5%), el problema afecta a muchos chicos, especialmente a aquellos de la zonas como Villa Soldati, Mataderos y Liniers, donde los alumnos tienen varias horas libres durante meses porque no hay docentes para dar clases.

La situación se agrava si se tiene en cuenta que la matrícula de alumnos viene creciendo lentamente en los últimos años. Según informa el Ministerio de Educación, en el último año la cantidad de estudiantes subió a 6300 en todos los niveles.

La ciudad de Buenos Aires tiene 55.000 docentes en todos sus niveles. El mayor déficit se encuentra en el primario, mientras que en el secundario la falta se concentra en materias como Matemática, Lengua y Biología.

Desde hace cuatro años, muchos cargos se cubren con listados de emergencia y desde 2011 estudiantes del último año de magisterio se hacen cargo de las faltantes.

“Es un tema que nos preocupa mucho. Por un lado, en la sociedad la figura del docente ha perdido prestigio. Y a nivel salarial, el salario docente ha crecido, pero todavía falta. Eso influye mucho en la elección de una carrera”, sostiene el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, en declaraciones que recoge el matutino.

En este sentido, los expertos señalan que la cuestión salarial es un factor de peso a la hora de elegir una carrera. En el caso de los maestros, estos requieren una instrucción muy exigente y una sueldo bajo: un trabajador formal cobra alrededor de $3500.

A partir de la reforma en el plan de instrucción, desde 2009 se necesita una formación de cuatro años. Los expertos señalan que una mayor formación es positiva, aunque añaden que impacta en la decisión de muchos aspirantes al poner en relación el salario con lo extenso y demandante de la carrera.

Andrea Alliaud, doctora en Educación de la UBA, señala: “Que las carreras docentes no sean tan fáciles y cortas como eran antes explica en parte la reducción de la matrícula de aspirantes. No solo los años de cursada se ampliaron de tres a cuatro, sino que las horas de práctica se duplicaron”.

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