El presidente del Tribunal de Casación Penal bonaerense, Federico Domínguez, falleció este lunes por la noche en el Sanatorio Mater Dei de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tras permanecer internado desde hace algunas semanas, afectado de cáncer desde hacía varios años, informaron fuentes de ese organismo.
El magistrado se desempeñaba en ese puesto desde 1998, pero desde hace un año estaba con licencia médica por su problema de salud, por lo cual en ese cargo iban desempeñándose distintos jueces de manera rotativa.
Ahora, abre una vacante en uno de los tribunales más importantes de la provincia de Buenos Aires.
El Tribunal de Casación fue creado a partir de la reforma del Código de Procesal Penal, sancionada en diciembre de 1996, y puesta en funcionamiento dos años más tarde.
Desde ese momento era presidido por Domínguez, que en abril del año pasado había recibido un duro revés luego que la Cámara Federal porteña ratificó su procesamiento al ser acusado de haber presionado, cuando era abogado particular, a testigos en la investigación por la voladura de la mutual judía AMIA en 1994.
Según había determinado en primera instancia el juez federal Ariel Lijo, y confirmó ahora la Sala I de la Cámara, Domínguez presionó a testigos para que involucraran en la «conexión local» del atentado a policías bonaerenses, entre ellos el ex comisario y hoy abogado Juan José Ribelli.
Antes de su paso por la justicia, Domínguez había sido parte del área de Seguridad en la Provincia en momentos en que se inició una de las recordadas “purgas” en la Policía Bonaerense, en 1996. Justamente, ese proceso lo tuvo al fallecido magistrado como uno de los principales protagonistas.
