Ex director del Complejo Penitenciario Federal 1 Ezeiza seguirá detenido

complejo penitenciario Ezeiza Nº 1La Sala III de la Cámara Federal de La Plata confirmó la prisión preventiva dictada por el juez Carlos Ferreiro Pella por «abuso sexual agravado por haber causado un grave daño en la salud mental de la víctima y por la intervención de dos o más personas», en detrimento de una maestra que trabajaba en el penal. También están acusados cuatro penitenciarios.

Un ex director de la cárcel de Ezeiza y otros cuatro penitenciarios quedaron al borde del juicio oral en un expediente en el que se los acusa de haber violado a una maestra que trabajaba con ellos en 2008 en el penal federal de esa localidad bonaerense.

La Sala III de la Cámara Federal de La Plata confirmó la prisión preventiva dictada por el Juez Carlos Ferreiro Pella por «abuso sexual agravado por haber causado un grave daño en la salud mental de la víctima y por la intervención de dos o más personas».

Por ese delito, continuarán detenidos como coautores el Alcaide Mayor Edgardo Santos Lazo, que era jefe del Módulo II; los Ayudantes Pedro Simón y César García Barcos, y como partícipes necesarios el Subprefecto Francisco Branca, director del mismo módulo, y el médico Gustavo Martínez.

Los Jueces Carlos Vallefin, Carlos Nogueira y Antonio Pacilio además dictaron la falta de mérito de Walter Insaurralde.

Al momento de la detención en noviembre pasado, a pedido del Fiscal Sergio Mola, Branca era jefe de la Unidad 14 de Esquel y fue apresado en ese penal, en tanto el resto fue encontrado en la cárcel de Ezeiza y sus domicilios.

El hecho ocurrió el 24 de noviembre de 2008, entre las 13:15 HS. y 17:25 HS., cuando la víctima, a la que Télam identificará como «Claudia» (39), fue obligada a ingerir mate con una sustancia conocida como «Burundanga», una mezcla de ansiolíticos. Luego, según el fallo al que accedió esta agencia, le hicieron un interrogatorio de su vida privada y costumbres sexuales, intentaron que hiciera un strip tease ante internos de un pabellón, a lo cual se negó y terminó desplomada en el suelo por efecto de lo que le habían colocado en el mate.

La mujer, describió en su testimonio, fue llevada al baño y allí apareció el médico Martínez, quien le preguntó a Simón cómo se encontraba y le entregó dos termos para que le diera, en tanto que Branca también se acercó a ver qué ocurría. Después, García Barcos, Lazo y Simón le sacaron el pantalón, colocaron un colchón sobre la tarima del recinto de control del Módulo II, y mientras le pegaban la violaron sin utilizar preservativos.

Según la víctima, García Barcos le dijo que iba a tener un hijo y no iba a saber de quién era, todo el tiempo que la obligaron a limpiar todo y un empleado tomaba fotos. Una fuente ligada a la causa explicó a Télam que «esta es una práctica habitual al punto que hubo al menos seis o siete suicidios en el Servicio Penitenciario atribuídos a otras circunstancias, pero que tenían que ver con violaciones».

La víctima se animó a hacer la denuncia penal recién al año siguiente e inmediatamente fue dada de baja. La mujer atribuyó el ataque sexual a que en junio del mismo año se negó a trabajar con un alcaide porque anteriormente lo había hecho y terminó con un cuadro de estrés que desembocó en un síndrome vertiginoso. Entonces, éste le dijo que si algo no le gustaba que renunciara, en tanto que otro alcaide le decía que le iba a tirar ácido en la cara y le planteó “¿Y si yo te mato acá dentro del penal?”.

Respecto de García Barcos aseguró que desde 2003 solía decirle «yo a vos te violo», a modo de broma y, ante su respuesta «vas a ir preso», él le contestaba que simularía ser loco, como ya lo habría hecho en otras ocasiones.

Del resto de los imputados, contó que solían interrogarla sobre los lugares a los que iba a bailar, la dirección del gimnasio que frecuentaba y adónde salía.

En la semana del hecho y en la anterior, «Claudia» relató que tuvo enrojecimiento en la vista, irritabilidad de carácter, iba frecuentemente a orinar y defecar, tenía dolor de cabeza, las uñas amoratadas, mareos y ocasionales risas involuntarias.

De esto concluyó que varios jefes que muchas veces se le habían insinuado amorosamente obtuvieron apoyo externo a la sección para suministrarle jugos y mate con droga para después violarla.

Peritos del Cuerpo Médico Forense informaron al Juez que no se puede descartar que «Claudia» haya estado bajo los efectos de «escopolamina», que actúa bloqueando el sistema nervioso, la cual asociada al diazepam se la suele llamar “Burundanga”.

También indicaron que tras la violación «la identidad femenina (de la denunciante) fue lacerada en su intimidad, lo que le generaba angustia y crisis depresivas».

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