Estudio revela que en la Argentina, solo una de cuatro mujeres jóvenes trabaja

mujer-joven-trabajandoLa tasa de empleo es baja entre las jóvenes de 15 a 24 años, según un informe de Idesa. La proporción es más reducida en los estratos socioeconómicos más bajos.

Un estudio publicado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) compara a la Argentina con la realidad de países más avanzados, y especificó que en el país «el ingreso de los jóvenes está fuertemente condicionado por baja formación, regulaciones laborales e impositivas onerosas y burocráticas, y ausencia de estrategia para promover conductas reproductivas responsables».
La tasa de empleo general es del 63% para la población en edad de trabajar, con una tasa del 75% para los hombres y del 51% para las mujeres. Pero surge un dato alarmante entre las jóvenes de entre 15 y 24 años: sólo una de cada cuatro mujeres consigue trabajar. «La tasa de empleo promedio es de 33%, donde para los varones es de 41% y las mujeres de 24%», continuó el estudio del Instituto presidido por el economista Jorge Colina, que se basó en datos de 2013 correspondientes al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Esta proporción es aun más reducida en los estratos socioeconómicos más bajos. Además, se mencionan las «barreras que discriminan contra la inseción laboral de los jóvenes, especialmente de las mujeres, en el marco del aletargamiento en el nivel de actividad económica».
El estudio especificó que la «principal diferencia» con otros países socialmente más avanzados se da porque la mayor parte de su población en edad activa accede a un empleo de calidad.  «Ejemplos destacados son los países nórdicos –Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia– donde las tasas de empleo ascienden a 73% promedio de la población en edad de trabajar; llegando en países como Suiza y Holanda a superar el 75 por ciento», agregó.

Al tomar el segmento etario de 15 a 24 años, en los países nórdicos el 47% de los jóvenes varones y el 48% de las jóvenes mujeres tienen empleo. En Suiza y Holanda, del 60% de los jóvenes, tanto varones como mujeres trabajan. «La escasez de oportunidades laborales para los jóvenes se origina en reglas laborales e impositivas onerosas, burocráticas y litigiosas. Estas condiciones desalientan la creación de nuevos puestos de trabajo para la población en general, pero tienen impactos particularmente negativos entre los jóvenes».

De acuerdo al análisis del Instituto, sólo al generar «condiciones institucionales» para un masivo ingreso de los jóvenes, especialmente de las mujeres, al mercado de trabajo, «se podrá elevar estructuralmente la tasa de empleo femenino general». Y agregó: «Es clave replantear todos los programas asistenciales que incentiven el trabajo y no la inactividad de las mujeres».

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