El comer emocionalmente es un gran problema para muchas personas. Muchas veces comemos no porque tengan hambre, sino porque estamos viviendo una emoción que realmente nos quiere ahogar. Puede ser que estemos tristes, deprimidos o enojados.
Usted puede comer cuando estás ansioso. Usted puede incluso comer cuando se está aburrido. Esto no es raro, pero puede ser un gran perjuicio para alguien que trata de ser saludable y ponerse en forma.
Para una persona con diabetes, el comer emocional puede significar la diferencia entre las complicaciones mortales y una vida útil más corta … o
una vida larga y saludable!
Así que, ¿ qué hacer si usted encuentra que usted es un comedor emocional?
Bueno, lo primero es tomar conciencia del problema. Piensa en las veces que come cuando usted sabe que no tiene hambre. Tal vez usted ya está rellena de comer una comida grande, pero usted conduce en el drive-through en el camino a casa de un largo día de trabajo. El primer paso es darse cuenta de cuáles son sus sentimientos en ese momento y luego estar dispuestos a admitir sus pensamientos negativos.
¿Tiende a comer cuando se sienta decepcionado o enojado?
¿Hay algo que pasa en su lugar de trabajo que lleva a sentir que están constantemente bajo presión y tiene que comer … a menudo los carbohidratos? ¿Sientes que la alimentación es un amigo o un consuelo en momentos de tristeza o soledad? Todos estos son signos de que podría estar comiendo de la emoción en lugar de verdadera hambre física.
Con el fin de empezar a trabajar en su problema de comer emocional,
Usted primero tiene que decidir no comer cuando se siente una particular emoción fuerte … no para por lo menos 20 a 30 minutos. Tome tiempo de espera y hacer algo más para distraer su atención: como tomar un baño caliente o un paseo por el barrio. Muchas veces, una diversión es todo lo que usted necesita tomar cuando usted se siente como si se va a comer emocionalmente. Si crees que este es un paso que no se puede tomar por su cuenta, hay todo tipo de oportunidades de consejería disponibles. Reflexionar y hablar sobre el problema con un profesional puede ayudar a llegar a algunas alternativas útiles a comer emocional.
Por último, la comprensión de los factores desencadenantes es muy importante.
Si usted sabe que su situación de trabajo actual que está causando un problema, puede que tenga que pensar en trabajar en otro departamento o incluso cambiar su trabajo por completo. Si una relación está llevando a más de comer, es posible que desee volver a pensar él. Estos disparadores son a veces el problema de tiempo, otras veces, es simplemente su reacción a ellos.
Es muy importante tomar el control de tus emociones y acciones en cuanto a nuestros hábitos alimenticios, si esta información te sido de utilidad dale un me gusta y compártela.
Alejandro Loayza
