El Consejo de la Magistratura sancionó irrisoriamente al juez Gemignani con sólo una multa del 35% de su sueldo

La sanción para el ex presidente de Casación, Juan Carlos Gemignani, que se aplicará por única vez, fue votada por unanimidad durante un plenario del Consejo de la Magistratura tras intensas negociaciones: el oficialismo pretendía apenas un apercibimiento mientras la oposición quería una sanción más grave. Es por haber ordenado detener e incomunicar en julio de 2016 a María Amelia Expucci, secretaria de la Cámara de Casación, luego de que se negara a realizar un inventario de cajas.

El Consejo de la Magistratura aprobó sancionar con una multa por única vez del 35% de su sueldo al camarista Juan Carlos Gemignani, por haber ordenado detener e incomunicar en julio de 2016 a María Amelia Expucci, secretaria de la Cámara de Casación, luego de que se negara a realizar un inventario de cajas con equipamiento que estaban arrumbadas en una sala del Tribunal.

El juez fue acusado de «falta de consideración y debido respeto a magistrados, funcionarios y empleados judiciales», «actos ofensivos al decoro de la función judicial, el respeto a las instituciones democráticas y los derechos humanos», y «violencia de género».

El descuento en sus haberes no se hace efectivo hasta que la medida quede firme, ya que es factible que el camarista apele ante la Corte.

Cabe recordar que en mayo pasado, y en medio de una gran polémica, Gemignani dejó la presidencia de la Cámara de Casación a raíz de esa denuncia (ver nota relacionada).

El hecho que le imputaron ocurrió en julio de 2016 cuando ordenó la detención de la secretaria letrada de la Sala Primera de Casación María Amelia Expucci, luego de que ella se negara a realizar un inventario sobre el contenido de unas cajas por exceder sus funciones.

El juez ordenó a 2 policías que estaban en el lugar, Ricardo Celestino Contreras y Jorge Luis Iriarte, que la detuvieran e incomunicaran. Los efectivos policiales cumplieron su orden y la llevaron a una garita ubicada en las cocheras de la parte posterior del edificio de la avenida Comodoro Py. Allí la mantuvieron detenida durante una hora y media hasta que el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi ordenó que la dejaran en libertad.

Tras esta situación, Expucci presentó una denuncia contra el magistrado por el delito de privación ilegal de la libertad agravada.

La fiscal federal Paloma Ochoa solicitó entonces llamar a Gemignani a indagatoria, pero la declaración nunca se concretó. La Cámara Federal lo sobreseyó el año pasado. No obstante, seguía un expediente abierto en el Consejo de la Magistratura para investigar su conducta.

2 años después, en abril último, se conoció que el juez Rodolfo Canicoba Corral procesó a los dos policías que cumplieron con la orden del magistrado de detener a Expucci. Sin embargo, Geminiani fue sobreseído (ver nota relacionada).

Este jueves (27/06) se aprobó por unanimidad en la Magistratura la sanción –una opción negociada entre el dictamen que proponía un apercibimiento y el que promovía una multa del 50% por única vez-.

Según trascendió, esta sanción fue la salida que encontró el oficialismo ante el escenario de que el dictamen con la sanción más leve –elaborado por la consejera radical Inés Brizuela y Doria– perdiera por un voto frente al alternativa más severa de la multa, promovida por la diputada opositora Graciela Camaño, el juez Alberto Lugones y el consejero académico Diego Molea.

La paridad entre las posiciones, y ante la posibilidad de un desempate del presidente Ricardo Recondo – que se habría inclinado por la multa del 50%-, dio lugar al pedido de un cuarto intermedio por parte del juez Juan Manuel Culota para acercar posiciones, publicó infobae.

«En un tema tan relevante, más allá de que perdiéramos, no era lo ideal votar divididos», sostuvo resignado un consejero del oficialismo a dicho portal.  «Igual, le salvamos la vida porque su actuación podría haber merecido la apertura de un juicio político. Y solo se lleva una sanción«, amplió.

Desde la oposición atribuyeron la intención de «proteger» a Gemignani por su origen radical. El magistrado llegó a juez de la Cámara Federal de Casación Penal  con el apoyo del dirigente de la UCR Ernesto Sanz.

Al plenario asistieron integrantes y dirigentes de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), entre los que estaba Julio Piumato, secretario general del gremio y autor de la denuncia original contra Gemignani en 2016.

También estuvo presente, por primera vez, la propia Expucci. Tras el episodio que sufrió con Gemignani, dejó de trabajar en los Tribunales de Comodoro Py y actualmente es secretaria del Juzgado Federal de Moreno, con competencia en lo Contencioso Administrativo.

# Negociaciones y argumentos

Las negociaciones para consensuar una sanción por unanimidad  estuvo antecedido por el debate en la Comisión de Disciplina y Acusación, donde los consejeros Lugones y  Molea -que además de la multa del 50% del sueldo del magistrado propusieron que realizara una capacitación en temas de género y violencia contra la mujer-, retiraron su dictamen y adhirieron al de Camaño -que contemplaba solo la multa del 50%-  para conseguir el número necesario en el plenario.

La decisión de unificar esas dos posiciones  se tomó luego de que el dictamen de la consejera instructora Inés Brizuela y Doria consiguiera la mayoría de 5 votos en la reunión de la Comisión.

Al fundamentar la presentación de un dictamen alternativo, Camaño marcó sus diferencias con el dictamen de Brizuela, por «sus carencias», y destacó la importancia de «una adecuada fundamentación» en los argumentos de la sanción previendo una posible apelación de la medida disciplinaria del camarista ante la Corte Suprema.

«El dictamen de Brizuela no incluye las declaraciones de los empleados judiciales que detallan el obrar indebido de Gemignani. Tampoco incluye la falta de responsabilidad de Expucci, que fue sobreseída en sede judicial. No se le reprocha al magistrado que nunca le pidió disculpas, ni reconoció su error. No se le reprocha que el propio juez en ningún momento reconoce o pone en duda la existencia de violencia de género«, enumeró Camaño.

Y agregó: «Esto es la perspectiva de género: poder darse cuenta la forma en que tiene que tratar a sus colegas mujeres. Y esto es necesario porque a las mujeres nos falta estar más empoderadas, hoy no tenemos el poder«.

En su intervención, Camaño también sostuvo: «El trabajo en materia de género es un trabajo de ambos géneros. Hombres y mujeres debemos asumir el hecho y darle el tratamiento correcto, sin embanderarnos en plantear el tema solamente desde las mujeres».

Por su parte, Brizuela y Doria le respondió a Camaño, y aclaró que «de ninguna manera justificó la detención de Expucci, ni dejaron de tener en cuenta su sobreseimiento en sede penal. Tampoco se dejó de lado el tema de las derechos humanos«. E insistió en que consideraba la conducta de Gemignani como «reprochable».

Al mismo tiempo coincidió con Lugones en que «no se tuvo en cuenta a la víctima», por Expucci. «Pasaron casi tres años hasta que desde esta vocalía sacamos este tema que era tabú. Es nuestra obligación y nuestro compromiso inclaudicable«, explicó.

La senadora radical sostuvo que era «la primera vez que se analiza la conducta de un magistrado a la luz de la 26.485 con una perspectiva de género» y prefirió destacar las «coincidencias» en los fundamentos de aplicarle una sanción ya que, la cuestión de género era «la dimensión más importante» que estaba en discusión en la reunión de hoy.

A su turno, Lugones admitió que no le era grato proponer sanciones a un colega, pero fundamentó la máxima sanción porque «en este caso, el magistrado se equivocó feo en muchos aspectos«. E incluso planteó dudas de si no habría que haber analizado la posibilidad de abrirle un proceso de juicio político.

«Cuando se lo cita a Gemignni se lo convoca por tres puntos: si había una razón fundamentada para detener a Expucci, que claramente no la había. Hacer un inventario que excedía claramente sus funciones y no podía ser obligada a hacerlo. No había motivo alguno que justificara su detención. Los jueces tenemos que tener claro que nuestro poder no está para cometer abusos. Incluso, la Cámara Federal – cuando sobreseyó a los policías que ejecutaron la detención- estableció que la orden había sido irregular», señaló.

Tras destacar que en la actitud de Gemignani hubo «abuso funcional» de su cargo como camarista, también manifestó su preocupación por el hecho de que «un magistrado de la máxima instancia penal confunda un delito en flagrancia con un hecho de orden administrativo».

Y en este sentido, agregó: «A mí no se me hubiera ocurrido en mi vida disponer la detención de un funcionario que colabora conmigo, que tiene el derecho de opinar diferente. Claramente acá hubo un abuso funcional del magistrado cuando dispone esta detención, y se compadece con una cuestión de género. Además, pretende utilizar como instrumento a Expucci para una cuestión contra otra magistrada que considera que ha cometido un delito». Lo señaló en referencia a Ana Figueroa, que fue quien recibió como presidenta de la Cámara de Casación a fines del 2015 los equipos que envió el Ministerio de Planificación Federal para ese Tribunal.

«Esto no puede suceder nunca más en la Justicia. Estas conductas de los magistrado deben ser erradicadas, y estamos en el ámbito donde se deben erradicar», concluyó Lugones.

Por su parte el consejero Molea, si bien rescató el acuerdo en sancionar a Gemignani, consideró que había miradas distintas en el tipo de sanción. «La conducta de Gemignani me avergüenza como hombre. No creo que haya sido un exabrupto, sino una práctica».

Tras destacar que el Consejo «está trabajando la cuestión de género», debe «dar mensaje muy claro sobre lo que sucedió respecto de la conducta de Gemignani, muy reprochable, y hacia delante. Debe dar un mensaje hacia la sociedad y al Poder Judicial, de que no vamos a dejar desamparadas a las mujeres que son víctimas de violencia de género».

Y agregó: «El Poder Judicial también está en deuda y debe pedirle disculpas a Expucci».

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