El ACV: una enfermedad de las arterias que puede prevenirse y tratarse

  El accidente cerebrovascular o ACV es una enfermedad de las arterias que llevan sangre al cerebro, que ocurre cuando una de éstas se obstruye, con la consecuente falta de irrigación del cerebro (ACV isquémico) o por la ruptura de una de esas arterias y sangrado cerebral (ACV hemorrágico). Es importante tener hábitos saludables y ante la aparición síntomas, acudir de inmediato al médico.

Sin oxígeno y sangre, las neuronas mueren, dependiendo de la zona afectada y a la rapidez con la se instaura tratamiento, los sobrevivientes a un ACV pueden tener alteraciones en la movilidad, el lenguaje, la visión o el pensamiento. El ACV es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo con un gran impacto en pacientes, familiares y sistemas de salud.

¿Cómo prevenir un ACV?

La gran mayoría de los pacientes tienen factores predisponentes o «factores de riesgo» que al tratarse disminuyen la chance de que un paciente tenga un ACV o un infarto cardíaco.

En tal sentido, la Dra. Maia Gómez Schneider, área de Enfermedades Cerebrovasculares, Instituto de Neurología y Neurocirugía del Sanatorio de Los Arcos, para prevenirlo recomienda: evitar la hipertensión manteniendo la presión arterial por debajo de 140/90; reducir el colesterol y el azúcar (diabetes) con controles periódicos con el médico de cabecera; mantener un peso saludable; realizar ejercicios de manera moderada, como caminar 30 minutos por día, disminuye el riesgo de tener un ACV.

La facultativa sugiere ingerir una dieta rica en verduras, frutas y pescado con menor consumo de carnes rojas, embutidos y frituras; evitar el cigarrillo y un consumo moderado de alcohol, máximo una medida por día (200ml de vino, un porrón de cerveza).

También Gómez Schneider señala la necesidad de evitar el consumo de drogas ilegales: especialmente cocaína y drogas endovenosas como la heroína, al tiempo que sostiene la importancia de conocer os síntomas de un ACV,  para actuar rápidamente.

Causas

Arritmias: la fibrilación auricular, un tipo particular de arritmia que produce coágulos es causante de un 20-30% de los ACV isquémicos; oclusión de arterias carótidas y cerebrales: las placas de ateroma o colesterol pueden ser causas de ACV;  el ACV o accidente isquémico transitorio (AIT) previo.

Los síntomas

Los síntomas en general aparecen de manera súbita, los más frecuentes son: Debilidad o falta de sensibilidad de la cara, brazo o pierna, especialmente de un solo lado; alteraciones del habla, ya sea por no comprender, no poder expresarse correctamente; alteraciones visuales: de un ojo o los dos; alteraciones del equilibrio y la coordinación, y una cefalea muy intensa y súbita.

Qué hacer

Ante la presencia de algún síntoma de ACV es importante llamar inmediatamente a la ambulancia o acudir rápidamente a un centro de salud especializado. Es importante consultar aun si los síntomas desaparecieron ya que el riesgo de volver a sufrirlos es muy alto en las primeras horas.

Existe tratamiento para el ACV isquémico agudo a través de infusión de medicación endovenosa para intentar revertir o minimizar los síntomas de un ACV (trombolíticos) dentro de las primeras 4 y 30 hs de aparecidos los síntomas, por eso es indispensable la consulta inmediata. En algunos casos si logra identificarse un coagulo o trombo también puede intentar «destapar» la arteria con un cateterismo dentro de las primeras 6 horas (trombectomía mecánica).

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