La joven no se tenía confianza para triunfar en el competitivo mundo fashion pero un concurso le aumentó la autoestima y ahora no para de posar para la lente.
Mónica Álvarez es una bella modelo nacida en California (Estados Unidos) que un día partió hacia la otra costa, a probar suerte como modelo en New York.
Pero cuando llegó, su autoestima le impidió presentarse a diversos castings y pasó un buen tiempo trabajando de camarera en cuanto bar la aceptara.
Pero cuando la situación económica la apremió, Mónica aceptó enviar algunas fotos a un concurso que organizaba la revista Maxim.
Tras obtener el primer lugar en el top 100 por dos años consecutivos, a la joven le comenzaron a llover contratos, no sólo de las agencias de modelos locales –firmó con dos de ellas en un mismo día- sino también de la televisión y el cine.