Y con las últimas declaraciones públicas del secretario general del STMA, Hernán Doval, el tiempo me da no solo la razón, confirma que una cosa es llegar a cargos por méritos y otra llegar porque te arrastran a ellos.

Tan poco criterio tiene Hernán Doval, que vive como un «niño caprichoso» si algo no le gusta en lugar de hacer una evaluación propia se ofende y cree ver ataques personales, las opiniones personales las reservo para momentos frente a la persona, nunca he esquivado decir lo que pienso de quien quiera o necesite alguna aclaración.

Fuera de foco por sus acusaciones, Hernán Doval, recula y ahora intenta encuadrarse en la línea política que sus creadores sindicales caminan, entonces el Jorge Ferraresi acusado de delincuente, de perseguir empleados y de boicotear al sindicato, parece un buen intendente para los vecinos aseguró Doval.

El respeto en la vida se gana siendo congruente y cuando la trayectoria de avala, ni como concejal, ni como diputado tuvo una gestión para destacar, mucho menos en el plano sindical, pero las elecciones tienen esas cosas.

Unas líneas más, Doval vuelve a su pensamiento errático y reitera que van a apoyar las listas que proponen la fórmula Fernández-Fernández, luego de sus «coqueteos» con opositores, entonces vuelve con sus declaraciones de las persecuciones a empleados municipales y a que cobran un básico por debajo de la línea de pobreza.

Si sostenes esas acusaciones, entonces sos un mal dirigente gremial apoyar a quien no valora a tus afiliados, se supone que el sindicato pelea por su bienestar y no que apoya pero pataleando, apelando para distraer el análisis al acusar a otros gremios de aplaudidores.

Hay un viejo refrán que dice: «No se puede estar bien con Dios y el Diablo», el día que Doval madure y deje de escuchar a la runfla que lo acompaña como sanguijuelas va a tener la madurez de saber dónde pararse, hoy sigue siendo un proyecto y confuso, crecer es elegir y también saber soltar.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw