Discapacitado reclama sus derechos en el Polo Judicial de Avellaneda

Bruno-LuqueSi existen incongruencias que a uno no dejan de sorprenderlo, ver a un discapacitado, tratando de explicarle a un empleado de la Fiscalía General del Polo Judicial sobre sus derechos no respetados en el lugar, es sin dudas un motivo para sorprenderse e indignarse.

Son muchas las situaciones que uno observa en el Polo Judicial, de víctimas reclamando celeridad, buena atención, algo que es una materia pendiente en nuestro sistema judicial donde los funcionarios judiciales se creen por sobre el resto de los mortales.

Todos los organismos del Estado, han entendido que se necesita adecuar los edificios y la atención para las personas con discapacidad, pero al parecer en algunos lugares, son rebeldes a esto, como si la ignorancia fuera tan supina que los haga creer que ellos nunca van a estar en esa situación, la realidad es que a cualquiera un accidente o enfermedad lo puede incapacitar.

El Fiscal General Adjunto de Avellaneda, Andrés Devoto, es sin dudas un hombre difícil de encontrar en la Defensoría General, los vecinos, las víctimas o quienes lo hemos intentado contactar, no tenemos la suerte que tienen los funcionarios o políticos, que tienen la suerte que él mismo los visita, una conducta que los superiores de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires deberían tener en cuenta, porque por algo existe el refrán “cuando el gato no está, los ratones bailan.”

Que existan reclamos por la atención en las mesas de entradas de las fiscalías, es responsabilidad plena de los titulares de las fiscalías, a la vez que esos fiscales son responsabilidad del Fiscal General Andrés Devoto.

Con esto, el reclamo de Bruno Luque, abogado y discapacitado, no es un reclamo más, sino que se suma y agrava el reclamo, algo tan sencillo como debería ser, que al concurrir al Polo Judicial debería tener facilidades para el acceso, prioridad en la atención, esto no sucede, por el contrario, el remis en el que llegó, debió esperarlo fuera del edificio (no se le permitió el acceso al playón) ya que solo pueden hacer uso de este, los funcionarios, una mentira, ya que muchos “amigos/as” de funcionarios acceden al lugar sin ninguna observación. Bruno insistía en explicar que es un edificio público y que todos deberían poder acceder, porque nadie va de paseo al lugar.

La atención de Bruno y su madre según nos cuenta es la misma de todos los vecinos, mala; con largas colas, demoras, idas y venidas.

Les recomiendo a los lectores mirar el video con la entrevista a Bruno, porque todos merecemos respeto de los funcionarios judiciales, él no pide por su condición, eso lo hago yo como periodista, esperemos que en el Polo Judicial de Avellaneda, las autoridades que correspondan se hagan cargo de estas cosas, que se solucionan fácil con algo que se llama voluntad.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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