Denuncian ataque contra un gremialista

Uno de los gremialistas que denunció penalmente al titular de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y directivo de la CGT, Gerardo Martínez, como supuesto espía de la dictadura militar, fue atacado en el partido bonaerense de Lomas de Zamora por una «patota».

Así lo denunciaron fuentes del Sindicato de la Industria de la Construcción y Afines (SITRAIC), opuesto a la conducción de la UOCRA y que disputa con esta organización la representación gremial de los albañiles.

«Hoy al mediodía la patota de la UOCRA de Lomas, a las órdenes de un pistolero a sueldo de Gerardo Martínez, agredió salvajemente a Víctor Amarilla», indicaron los voceros.

Martínez, según las fuentes, «manda a sus patoteros a atacar a los integrantes del nuevo sindicato (SITRAIC), vengándose por la denuncia realizada por su papel durante la dictadura genocida».

Amarilla «además de formar parte del nuevo sindicato de la Construcción, el SITRAIC, y ser militante de Convergencia Socialista, es uno de los testigos claves en la causa contra (Cristian) Favale y (José) Pedraza (titular de la Unión Ferroviaria) por el asesinato de Mariano Ferreyra», militante del Partido Obrero ultimado en una marcha de protesta de trabajadores tercerizados, indicaron las fuentes.

Los dirigentes de SITRAIC y de Convergencia Socialista planeaban «organizar una marcha mañana en Lomas repudiando el hecho y exigiendo justicia».

El 20 de junio pasado Martínez fue denunciado en la Justicia federal por el SITRAIC, junto al Centro de Abogados por los Derechos Humanos; la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos; la Liga Argentina de los Derechos del Hombre y el Instituto de Relaciones Ecuménicas.

Los denunciantes pidieron que se investigue si el titular de la UOCRA, secretario de Relaciones Internacionales de la CGT y miembro del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es el homónimo que apareció en los listados del Ejército sobre integrantes del Batallón 601 de Inteligencia durante la dictadura.

Y también que sea citado a prestar declaración indagatoria y se lo detenga por su presunta responsabilidad en el secuestro y desaparición de 105 albañiles afiliados al gremio durante la dictadura.

Además, los denunciantes plantearon al juez federal Sergio Torres que cite de testigos a los ministros de Seguridad, Nilda Garré; de Justicia, Julio Alak; y de Defensa, Arturo Puricelli, así como al subjefe del Ejército y jefe de Inteligencia de la fuerza, general Cesar Milani; al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y al presidente del Archivo Nacional de la Memoria, Ramón Torres Molina.

El pedido es para que esos funcionarios, indicaron, «expliquen cómo se confeccionó el listado» hecho por el Ejército sobre miembros del Batallón de Inteligencia 601 en la dictadura, donde figura un Gerardo Martínez y su presunto número de DNI y que digan «si es confiable y que den detalles sobre lo que haya del gremialista».

Luego de aquella denuncia, el secretario general de la UOCRA presentó un escrito en el juzgado, a través del estudio jurídico Argibay Molina, y no desmintió explícitamente que haya integrado el Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, desde donde se dirigió la represión ilegal en Buenos Aires y la zona metropolitana.

En ese texto anunció que realizaría «una investigación en relación a las 105 personas desaparecidas de la actividad de la construcción que han mencionado los distintos medios de comunicación en la publicidad dada a la denuncia». Allegados al dirigente dijeron en ese momento que Martínez no tenía nada que ver con esos episodios pues había ingresado al sindicato después de esos sucesos.

Martínez también publicó una solicitada en los diarios, en la cual negó haber participado en «actividades represivas de las Fuerzas Armadas» durante la dictadura y rechazó haber integrado el Batallón de Inteligencia 601 del Ejército.

El jefe de los albañiles fue, al menos hasta el momento de la denuncia, uno de los dirigentes favoritos del kirchnerismo gobernante, al punto que fue mencionado meses atrás como eventual rival de Hugo Moyano para sucederlo en la titularidad de la CGT, con el supuesto apoyo oficial.

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