Delegados y militantes opositores denuncian el accionar de patotas que responden a Armando Cavalieri

Reproducimos comunicado de prensa:

Comercio CTA.- La represalia por haber elegido pensar distinto en el gremio de Armando Cavalieri tuvo un nuevo capítulo esta semana que a la ola de despidos digitadas desde el propio sindicato se le sumaron dos hechos de violencia física que desembocó en denuncias penales por parte de delegados gremiales identificados con una minoría opositora en el Sindicato de Empleados de Comercio de Buenos Aires.

Marcos Corvalán, delegado de la firma mayorista de supermercados Vital propiedad del grupo Maycar fue agredido días pasados en el lugar de trabajo por tres empleados de la misma empres,entre los cuales estaba un delegado de la misma pero de otra sucursal que actuó “respondiendo a directivas del Secretario de Organización del gremio, Ramón Muerza” que se niega a convocar a elecciones de delegados en la sucursal.

Un incidente similar se vivio en el supermercado «Primo» donde el delegado también fue objeto de una agresión dentro de la empresa. En el mismo sentido, ayer en horas de la tarde, Patricio Harms y Thomás Posilovic, delegados del Call Center Hi City –también identificados con la minoría que el cavalierismo no tolera- concurrieron al sindicato a realizar trámites de rutina en el 2° piso del edificio de Moreno al 600,  y fueron increpados por dos sujetos que los amenazaron y les dijeron que no aparecieran mas por el gremio.

A la salida y ya en la vereda fueron brutalmente agredidos por tres sujetos que luego en la comisaría segunda de la calle Perú al 1050 donde se presentaron a denunciar a sus víctimas fueron identificados como Pablo Buffone, delegado de la sucursal que la cadena de supermercados Coto posee en Avenida Rivadavia y Castro Barros, Lucas Aldecco hijo de Alberto Aldecco Secretario de Encuadramiento y Estadísticas, y un tercero de nombre Daniel a quien no se le conoce empresa aunque si se sabe que responde a al secretario de organización. 

Muerza, no es la primera vez que es denunciado por los trabajadores de estar detrás de agresiones y aprietes a delegados rebeldes o activistas sindicales, sin embargo el grado de impunidad del que goza es deplorable.

El ataque a los trabajadores que haciendo uso de su libertad individual deciden participar de un proceso electoral ya sea como candidato o simplemente un votante más, en el gremio de Cavalieri se ve condicionada por el sentido que esta decisión tendrá. Es decir, la libertad participar y la democracia para elegir es lo que se ve lesionada en cada acto de violencia verbal o física que vienen ocurriendo en el sindicato de comercio que Armando Cavalieri comanda desde la dictadura hasta la actualidad. A 28 años del retorno de la democracia ya no lo podemos permitir.

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