Degradada por su ex pareja a través de Facebook

   Por despecho, él le pacta citas sexuales a nombre de ella para vengarse. Lo hace a través de las redes sociales. La víctima reconoció que se siente desesperada: «Tengo miedo porque no le ven la dimensión del daño que me hizo, me destrozó la vida, debí mudarme, cambiar de trabajo, y las autoridades no lo ven».

«No ven la dimensión del daño que me está haciendo y tengo miedo», reflejó con angustia y resignación Marina Benítez Demtschenko, quien desde hace cuatro años padece la demencia de su ex pareja, el cual haciéndose pasar por ella en las redes sociales, pactó citas sexuales con casi un centenar de hombres, incluyendo la difusión de imágenes íntimas.

Sin embargo, semejante accionar no constituye un delito y por lo tanto, el sujeto no corre riesgo alguno de ser detenido, profundizándose el desamparo de la joven, quien entonces impulsa un proyecto de ley sobre la circulación de fotos privadas en las redes sociales, estipulando condenas de prisión. Mientras tanto, su calvario continúa.

A fines de 2012, tras su decisión de finalizar el vínculo amoroso, Marina Benítez Demstchenko, de 30 años, comenzó a ser blanco de constantes acosos sexuales por parte de desconocidos, quienes le juraban haber mantenido una comunicación previa con ella, a través de su cuenta de Facebook. Nada entendía Marina hasta que «un vecino de mi abuela me dijo que yo lo reconocí en un chat que mi fantasía era que me tapara la boca y me agarrara por atrás en el ascensor».

Entonces «le aseguré que no era yo y le pedí que siguiera la conversación con esa cuenta de Facebook. Finalmente mi ex pareja le confiesa que era él pero que yo estaba detrás de todo».

Por lo tanto, la joven, quien se desempeña como abogada, acudió al Juzgado Comercial y Civil Nº 20, al de Garantías Nº1 y la UFIº 11, de La Plata. En principio la causa fue caratulada como revelación de secretos y posteriormente amenazas coactivas, hasta que la defensa del sujeto exigió la nulidad, lo que pone en peligro la continuidad de la investigación judial.

En consecuencia, la víctima comenzó a especializarse en derecho informático, conocimiento que le permitió confeccionar un proyecto de ley de «porno venganza», referida a la difusión de imágenes íntimas no consensuadas. Puesto que el acusado, identificado como Sebastián Masi, compartía fotos privadas de Marina en cada comunicación, además de acordar encuentros sexuales con un total de 80 hombres.

En mención a su propuesta de una norma que abarque este tipo de hechos, Benítez Demstchenko dejo en claro que «quiero que empiecen a condenar este tipo de violencia con las mujeres porque hasta ahora no es un delito y quien lo hace no es detenido».

A su vez, el temor y la desesperación de Marina radica en que «si archivan la causa le devuelven las cuatro computadoras y ocho teléfonos celulares que le habían secuestrado, y volvería a tener el material con el que me injurió. Es un peligro».

Es por ello que la víctima reconoció que «tengo miedo porque no le ven la dimensión del daño que me hizo, me destrozó la vida, debí mudarme, cambiar de trabajo, y las autoridades no lo ven, por eso no tengo las mejores expectativas».

Fuente: Crónica

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