Deficiente atención en el Hospital Fernández

  Hay  noticias que suelen ser incómodas de informar, más cuando se tratan de instituciones públicas que deberían estar al servicio de la comunidad y brindar una atención similar a la que a un paciente se le brinda en una clínica, pero es evidente que algunos empleados públicos se abusan de su condición para atender no solo con desgano, sino también con falta de respeto.

El jueves 24 de marzo, un llamado a uno de mis equipos móviles, me advertía que en el Hospital Fernández, una persona con uniforme de bombero de la Policía Federal se encontraba realizando tareas de personal administrativo del hospital, es decir, el trabajo de la recepcionista de la guardia médica, tarea incompatible para un efectivo policial, que bajo el régimen de policía adicional debería ocuparse de sus tareas profesionales.

Ante esta noticia, me comunico sabiendo que no iba a atender nadie el llamado pero para dejar constancia de los llamados a la dirección del hospital a cargo del Dr. José Lanes y luego a la Subdirección médica a cargo de la Dra. María Angélica Martin, con idéntico resultado negativo. Por lo que llamo al conmutador y pregunto quién es el Jefe de la Guardia obteniendo como respuesta un sorprendente «¿y usted quién es para que yo le de esa información?», al responderle que era periodísta me paso sin otro comentario, ni siquiera me quiso decir su nombre.

El supuesto médico que atendió el llamado, me dijo que era el Jefe de Guardia, me dijo desconocer si un policía estaba anotando los ingresos a la guardia, que no era lógico, que a lo sumo podía ser el bombero que esté ayudando a la recepcionista, pero que igual no entendía el motivo del llamado. Le expliqué que el bombero es policía, y que este le había informado a un ciudadano que no lo iban a atender, que fuera a otro hospital o a una farmacia, ya que por prescripción médica le habían recomendado un control médico diario y la aplicación de una inyección diaria luego de la revización médica. Que teniendo en cuenta el feriado y la no atención de los consultorios, pasara por la guardia de algún hospital.

La respuesta del Jefe de Guardia del Fernández fue que si era así, avalaba las indicaciones del bombero  porque el hospital solo atiende enmergencias, que para ese tipo de atenciones debía buscar un hospital general y no uno de emergencias como lo era ahora el Hospital Fernández y que mucho menos lo podían medicar, que si no era una emergencia debía retirarse, sin saber responder a qué otro hospital podía ir a ver su evolución.

Mientras, en la recepción, y ya a modo de burla, se le pidió al ciudadano presente, que si no estaba de acuerdo, subiera al quinto piso a la dirección a quejarse, sabiendo muy bien quienes le indicaron esto, que no se encontraba nadie en el lugar, lo cual evidencia la mala atención e intención de quienes se encuentran en la recepción del hospital.

Enterado de esto, me vuelvo a comunicar con el Jefe de la Guardia, y le solicito su apellido, obteniendo como única respuesta, «soy el Jefe de la Guardia, ¿para qué quiere saber mi nombre?», ante esto le pregunto si el Dr. Ernesto Ibarra Puentes sigue siendo el Jefe del servicio, a lo que ya enojado me dice «Sí, es mi amigo personal, me llevo muy bien con él, no me va a llamar jamás la atención por algo, es más se acaba de retirar luego de tomar un café conmigo», entonces le detallo lo último de haber hecho a la persona perder el tiempo con ir al quinto piso, y me dice, «a mí no me consta nada de esto, yo mismo voy a ir a la guardia y voy a ver a la persona para explicarle que aca no se lo puede atender si no es una urgencia y terminar con esto» acto seguido cortó mientras insultaba.

Obviamente la persona se retiró del hospital luego de que el médico este lo increpara diciéndole que a él no le gustaba que lo molestaran y que no le importaba nada si alguien conocía a algún directivo o era periodista o lo que sea.

En conclusión, la persona, terminó concurriendo al Hospital Fiorito de la localidad de Avellaneda, pese a vivir en Palermo, y a merecer un trato por lo menos respetuoso de un hospital de la Ciudad de Buenos Aires. En el hospital de provincia lo atendieron sin malos modos, sin excusarce en el feriado o en el hecho de ser un hospital de emergencias.

No es la primera vez que los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, tienen mala atención a los ciudadanos que no llegan moribundos, al parecer existen médicos que si no hay emergencias prefieren charlar, fumar o tomar café, lamento que existan estos malos profesionales en un hospital al que personalmente le tengo un afecto especial, y en el cual conozco a varios de sus directivos incluído el Dr. Ibarra Puentes.

Considero como ciudadano, como vecino del hospital y como periodista que la conducta de varios de los involucrados no ha sido la correcta, y en consecuencia, desde este medio le solicitaremos a la Secretaria de Salud, los informes que correspondan para solicitar una investigación administrativa al respecto, también invitamos a los vecinos, ciudadanos y pacientes que tengan algo que reclamar que se comuniquen con El Sindical, para asesorarlos en cuanto a los pasos a seguir.

Hay médicos que salvan vidas y existen mediocres que solo piensan en pasarla bien.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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