Fue detenida en el barrio porteño de Congreso cuando estaba a punto de finalizar una nueva venta de los vehículos de alta gama.
Una mujer que se dedicaba a vender autos robados de última generación mediante avisos clasificados en los diarios fue detenida por la Policía Federal en el barrio porteño de Congreso.
La acusada fue arrestada por el personal de de la División Sustracción de Automotores de la Superintendencia de Investigaciones Federales en la avenida Rivadavia al 1900, con la participación del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 6 Secretaria 11.
El operativo incluyó además una serie de allanamientos a fin de reunir elementos de prueba, lográndose seguidamente el secuestro en el interior de un estacionamiento ubicado en la calle Bartolomé Mitre al 2000 de otro vehículo marca Renault Twingo, el cual estaba siendo utilizado para los ilícitos por la detenida.
La mujer, de 38 años, contaba con una “triple identidad” y a los vehículos robados le cambiaba las chapas patentes por otras apócrifas y que respondían a coches de similares características pero sin pedido de secuestro.
Luego “truchaba” la totalidad de la documentación del automotor, con alto grado de calidad, inclusive comprobantes de pago de seguro y patentes; ofreciendo el vehículo a un menor valor que el real y de esta manera engañaban a los incautos compradores, quienes desprevenidos caían en la trampa.
En la avenida Rivadavia al 1900, la mujer fue sorprendida “infraganti” cuando intentaba vender un auto Volkswagen Cross, el cual había sido robado en el mes de diciembre en la zona del partido bonaerense de Quilmes.
Además del vehículo se le secuestro a la acusada la cédula verde, título del automotor, y demás documentación, todos falsificados. También fueron hallados documentos nacionales de identidad a nombre de distintas personas pero con la foto de la detenida, documentos estos que utilizaba para cometer sus delitos, y de esta manera evitaba dejar pistas sobre su verdadera identidad.
La detenida fue trasladad a la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales desde donde fue llevada a los estrados del magistrado interventor.
