Con una violenta represión desalojó la policía la fábrica de Kraft Food

represión-en-la-Ex-TerrabusCon gases y balas de goma, personal de infantería y caballería retomó el control de la planta. Los trabajadores, apoyados por militantes de partidos de izquierda, les arrojaron piedras y palos. Ocho heridos son policías.

La violencia ganó la pulseada en el conflicto desatado en la ex Terrabusi. Tras el fracaso de las negociaciones, la Policía retomó el control de la planta, que se encontraba ocupada por los trabajadores. La operación desató graves incidentes en el ingreso al predio: grupos de manifestantes arrojaron piedras y palos, mientras que los efectivos respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma.

Los incidentes más graves ccurrieron sobre la avenida Henry Ford, donde se encuentra el acceso central a la planta. Efectivos a caballo desalojaron a los manifestantes, apoyados por personal de infantería. En algunos momentos, los enfrentamientos fueron cuerpo a cuerpo.

Según informó el superintendente de Seguridad de zona norte, comisario Salvador Baratta, hay 65 detenidos. «28 son trabajadores de la empresa y el resto, activistas«, aclaró. Los heridos suman 12, ocho de ellos policías. Pero ninguno está grave, ya que sólo recibieron lesiones leves producto del intercambio de golpes. Baratta señaló que los demorados «van a recobrar la libertad inmediatamente».

«Esta madrugada ingresaron 20 vehículos con policías», explicó el delegado de los trabajadores César García. Y agregó que la empresa además dispuso que «el turno noche terminara antes su horario y no dejó ingresar a los trabajadores del turno mañana«. En simultáneo, directivos de la empresa fueron esta tarde al Ministerio de Trabajo donde labraron un acta donde «garantizan los puestos de trabajo existentes». Pero dejaron afuera del arreglo a los 160 despedidos.

A raíz de estos hechos, señaló García, los trabajadores permanecen «en estado de asamblea permanente», que mantendrán «hasta que la empresa cumpla con lo que dispuso el Ministerio de Trabajo». Es decir, que les pague a los trabajadores la quincena que les adeuda.

Kraft tiene su planta paralizada desde el 18 de agosto, cuando envió unos 160 telegramas de despido con causa (sin derecho a indemnización) a operarios a quienes acusó de haber privado ilegítimamente de la libertad a empleados administrativos de la compañía, tras una asamblea ocurrida a principios de julio.

Como respuesta a los despidos, los trabajadores tomaron las instalaciones de la planta de Pacheco. Hace dos semanas, los empleados se enfrentaron con efectivos de la Policía Bonaerense y se produjeron serios incidentes.

El 9 de setiembre el Ministerio de Trabajo dio por concluida la conciliación obligatoria –que había dictado días antes- y dejó el conflicto en manos de la Justicia. Pero el lunes, el Gobierno volvió a intervenir en el conflicto. El Ministerio de Trabajo intimó a la empresa que pague «integralmente» los salarios de la última quincena.

Es que el viernes, Kraft había pagado 100% de los haberes únicamente a los operarios de dos sectores, depósito y mantenimiento. Los demás operarios cobraron con descuentos, incluso aquellos que no manifestaron su adhesión al cese de actividades.

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