Colectivos no podrán superar 50 km/h en avenidas porteñas

La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó una ley que contempla una reducción en la velocidad máxima.Ahora la permitida para los colectivos y los vehículos de transporte escolar baja de 80 a 60 kilómetros por hora en vías rápidas y será de entre 45 y 50 en las avenidas.

La reforma al Código de Tránsito y Transporte vigente, impulsada por la legisladora María Raquel Herrero, fue aprobada en la sesión ordinaria por 31 votos a favor, uno en contra y una abstención.

La norma sancionada establece que los colectivos podrán circular como máximo hasta 60 kilómetros por hora en las vías rápidas, donde antes la velocidad límite era de 80.

La nueva reglamentación estará en vigencia para avenidas como Cantilo y Leopoldo Lugones; las calzadas centrales de Dellepiane, General Paz y las autopistas Pascual Palazzo, 25 de Mayo, Perito Moreno, Héctor J. Cámpora, 9 de Julio Sur y la Illia.

En tanto, quedó en 50 kilómetros por hora la velocidad máxima dispuesta en las avenidas porteñas, a excepción de Figueroa Alcorta, del Libertador, 27 de Febrero, Brigadier General Juan Facundo Quiroga y Costanera Rafael Obligado.

Asimismo, la ley incluyó un articulado especial para el Metrobus, que estará en marcha desde el mes próximo sobre la calzada central de la avenida Juan B. Justo, desde Liniers hasta Palermo, con una circulación máxima fijada en 60 kilómetros por hora.

En cuanto a los vehículos de transporte escolar, la reglamentación quedó en 60 kilómetros para vías rápidas y 45 en las avenidas.

En los fundamentos de la iniciativa, Herrero destacó que “entre las causas de accidentes imputables al factor humano, la velocidad es quizá la de mayor trascendencia, indicando los estudios especializados que en más de uno de cada tres accidentes, hay una velocidad inadecuada, lo que hace que el número de muertos aumente en un 50 por ciento”.

Por su parte, el diputado Sergio Abrevaya, de PODES Coalición Cívica, señaló que “todos los medios de transporte masivos, de gran porte, se convierten en un cañón de tal magnitud que ponen en mayor riesgo tanto a los transportados como a los peatones».

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