CAMBIEMOS: GENOCIDIO DE BAJA INTENSIDAD

Distintos medios periodísticos durante la semana han abordado la crisis económica y el impacto social de un ajuste que solo aplica a los de menos recursos, pero deja afuera de las medidas a los de mayores recursos, muchos que han dejado de pagar el impuesto a la riqueza y ahora el propio gobierno se sorprende de una baja importante en la recaudación.

Baja que se agravó por el cierre de empresas, mientras desde el gobierno insisten con sostener la economía con una tasa que no existe en el mundo, perjudicando el comercio, el consumo y alentando la bicicleta económica en base a la especulación de quienes terminan sacando del país las millonarias ganancias.

Cuando hace unos días Raúl Aragón de la consultora Aragón y Asociados, le dijo al periodista Carnota que Mauricio Macri debía cambiar su política de “genocidio de baja intensidad”, generó sorpresa en los presentes por la dureza de la frase.

El término genocidio en política ha quedado generalmente para los gobiernos de facto, gobiernos comunistas, tiranías o monarquías, pero rara vez se aplica a gobiernos democráticos, justamente porque se supone que existen controles y otros poderes que se controlan mutuamente.

El genocidio (Del griego γένος génos «estirpe» y el latín -cidio, apofonía de caedere «matar») es un delito internacional que comprende «cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal». Estos actos comprenden la «matanza y lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo, sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo, traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo».

El descalabro económico ha tenido un efecto negativo de lo que podríamos definir como teoría del derrame inversa, lo que desborda y reciben los asalariados no es el exceso de producción, sino un estancamiento de los sueldos, suspensiones y despidos por las pérdidas de las empresas y pymes, en cuanto el comercio se retrae por la devaluación y la inflación.

Muchos de los que formaban parte de la deniminada clase media, curiosamente siguen considerandosé incluídos en ella a pesar de que han modificado sus gastos y achicando actividades, según los economistas, en los primeros días de abril, una familia para ser de clase media deben tener un ingreso mensual de 100 mil pesos, por debajo de ese sueldo estarían dentro de una clase media baja, en realidad muy cerca de la pobreza.

Así se reducen actividades que pueden ser recreativas o de estudios, salidas, viajes, se minimizan los gastos en vestimenta, en insumos personales, se buscan segundas marcas, se dan de baja de prepagas, pero poco se puede achicar los gastos en salud de quienes tengan la desgracia de enfermedades crónicas y de tratamientos prolongados, los más complicados los pacientes oncológicos e inmunodepresivos.

Podés no viajar de vacaciones, podés usar menos el auto, podés vestirte con ropa sin varias, podés consumir otros productos alimenticios, podés beber solo agua, podés asearte menos, pero no podés disminuir la medicación o no tomar la medicación en enfermedades graves o crónicas, porque entonces tu vida corre riesgo.

La política al respecto de Mauricio Macri es bien clara, le importa un pepino las colas de cuadras de pacientes en busca de la medicación que necesitan para vivir, le importa poco que esa gente sufra, que lloren desesperados por no poder acceder a la medicación y que los hagan ir y volver varias veces, le importa nada que haya gente que debe ser internada para cuidados paliativos cuando llevan meses sin recibir de parte del Estado la medicación.

Un Estado que no le molesta perder 35 mil millones de dólares por la “timba económica” con una fuga nunca vista de capitales, pero que dice que hay que achicar gastos y la variable van a ser los de menos recursos y enfermos, es de una impiedad que debería dar miedo, por eso de que el que puede lo mucho, puede lo poco.

Para comprender algunas cosas de la realidad, hay que ver y entender que la forma de pensar de Mauricio Macri no es la del ciudadano común, su forma de vida es el producto de años de influencias empresariales, de crecer a cualquier costo y no ponerse nunca en el lugar del otro, porque eso es una pérdida de tiempo, de relacionarse solo con pares, de asociarse con ellos, pero todo con un único fin, riqueza y poder. Los sentimientos no es algo que los personajes como Mauricio Macri posean como cualquier otro, tienen motivaciones distintas.

Si el plan para frenar el dólar fue, apuntar de dejar sin capacidad de ahorro a los compradores del dólar “ahorro”, pero dejás que los de mayor capacidad compren dólares para inversión, entonces no debería sorprender a nadie que la definición de “genocidio de baja intensidad” no es solo por lo económico o la falta de remedios”, es un plan sistemático donde con el silencio de los grandes medios beneficiados por los millones de las pautas de publicidad no se investiga nada, le he solicitado al PAMI por ejemplo un informe con la estadística de afiliados (jubilados) que fallecieron estando internados, que fallecieron esperando una prótesis, informes sobre auditorías de prestadores de salud de PAMI, denuncias y sanciones, cantidad de geriátricos habilitados para internación de ancianos y muertes que no tengan relación con muertes naturales.

En el plano de la seguridad, el gobierno cerró todos los proyectos para contención de adicciones, creación de nuevas cárceles, capacitación a las fuerzas policiales en lo que es la prevención de delitos que no pasa por más policías y más patrullas si luego los policías no tienen en claro cómo desarrollar sus tareas con profesionalismo. La violencia diaria, el record de muertes vinculadas a delitos que podrían ser prevenidos, deja una seria duda de que se adopta una posición de que sobreviva el más apto, menos pobres, menos pobreza, menos delincuentes, menos delito, más ciudadanos víctimas de delitos, más fácil manipular a quien sufre y odia, que mejor que usar a ese delincuente como el cuco de campaña política, arengando al fachista que muchos llevan dentro, “son todos negros planeros”, “son todos kukas”, “son todos drogones”, “son todos mantenidos” cuando la realidad es que los únicos mantenidos que nos cuestan a todos millones son justamente los políticos.

Nos mienten con la supuesta lucha al narcotráfico, nos mienten con la honestidad, manipulan los medios y mientras matan a enfermos ahorrando en medicación, inventan cargos directivos en el Estado con sueldos millonarios, decían que el Estado estaba lleno de ñoquis y ellos terminaron triplicando la planta permanente de empleados, ¿cómo se entiende?.

Vinieron a combatir la corrupción y lo primero fue poner en la Oficina Anticorrupción a Laura Alonso que no reunía los requisitos legales y formales, además de ser una completa inútil en el cargo. Ejemplos sobran solo hay que buscar un poco.

Nada está bien, ni regular, la situación económica es mala, pero el daño social es mucho peor, inventaron una grieta que no existía, pero que al PRO lo deja cómodo, minimizan todo en la grieta, en la herencia, se suben a un discurso para idiotas donde ellos son los elegidos y el rumbo el correcto porque no mienten, para que luego en una nota el propio presidente Macri diga que no van a volver a mentir en un próximo gobierno, sí a vos que lo defendés te toman de tarado y hasta tal vez lo seas.

Están haciendo un genocidio hasta de la forma de vivir de muchos, te meten miedo y odio, miedo para que no salgas a ver la realidad, para hacerte sentir que el medio para ver la realidad e interactuar son las redes sociales donde ellos invierten millones, más que en los medios de prensa, porque todos están conectado, porque ellos controlan las tendencias con los famosos trolls y una gran mano de Facebook que elimina sin aviso los comentarios contra el gobierno, aún cuando no se publiquen palabras inadecuadas. Con el miedo, te bombardean sobre los delitos de los marginales en contra de gente que solo iba o venía del trabajo, de ahí al que hay que matarlos a todos los negros es solo un paso.

Es lamentable leer a periodistas que conocí hoy en las redes destilando odio, proponiendo la pena de muerte, hablando de Cristina como una prostituta política, que salió con fulano o mengano, que es bipolar, adicta al sexo oral y otras cuestiones que curiosamente Facebook no elimina, al igual que quejas a miembros de CAMBIEMOS.

Sepan que escribo porque no me voy a quedar callado ante el daño que han generado, que no me voy a quedar callado cuando a ustedes les preocupan más los millones que la vida de los que dependen de un medicamento para no morir.

Hay muchas formas de matar se la pasan hablando de seguridad, de mayores penas, de bajar la edad de imputabilidad, pero ustedes han causado más muertes que el peor de los delincuentes, Robledo Puch es un niño de pecho al lado de Mauricio Macri y su perversión.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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