El caso ocurrió en el barrio porteño de Caballito, en la avenida Directorio al 1000. Allí, un joven de 25 años, armado con una pistola, aprovechó el ingreso de uno de los habitantes del edificio y, bajo la modalidad entradera, amenazó de muerte al damnificado con el arma en la cabeza y lo obligó a entrar con él al inmueble. Una vez adentro, el maleante subió con la víctima a su departamento, situado en el octavo piso y allí redujo también a los padres del joven asaltado, un matrimonio de 50 años.
Fuentes del caso informaron que el asaltante forzó a los integrantes de la familia a recostarse en el suelo del living y maniató a cada uno de ellos con precintos plásticos. Con el joven y sus padres dominados, el ladrón recorrió los ambientes de la vivienda y finalmente robó dinero, cuyo monto no trascendió, y objetos de valor. Mas tarde, el sujeto llevó a las víctimas a una de las habitaciones, donde las encerró para asegurarse una fuga sin problemas. Sin embargo,el delincuente, tras robar las llaves de los propietarios del departamento, salió de la vivienda y llegó hasta la planta baja,pero allí tardó varios minutos en poder abrir la puerta de calle para escapar.
En ese momento, apareció en escena una brigada de la seccional 12 de la Policía Federal, cuyos agentes advirtieron la extraña maniobra del hombre que intentaba salir del edificio. En una rápida maniobra, los policías, tras confirmar que se trataba de un ladrón, accedieron al inmueble y luego de una breve persecución por las escaleras del lugar lo detuvieron.
En poder del detenido, de 25 años, los uniformados recuperaron el dinero y los objetos de valor robados a la familia. El episodio generó preocupación en el vecindario, porque “un hecho así le puede ocurrir a cualquiera”, le dijo una vecina.
