Bomparola dice no tener nada que ver, pero su ex mujer lo delató ante la Justicia

Rodolfo Bomparola«Me separé porque me pegaba y vendía droga», dijo Viviana Vitali. La ex esposa del acusado lo denunció en febrero pasado, al descubrir que comercializaba y vendía estupefacientes a famosos.

«No tengo nada que ver con la causa de la cocaína», dijo a la prensa unos de los acusados de conformar una banda de narcotraficantes que vendía droga de muy alta calidad a gente de alto poder adquisitivo, vinculados a la fama y al poder.

Se trata de Rodolfo Bomparola, hermano de la diseñadora que fuera pareja de Franco Macri, Evangelina Bomparola. Y es uno de los ocho detenidos en la causa que lleva adelante el Juez federal Norberto Oyarbide, que ayer le negó la excarcelación tanto a él como a otros seis.
En tanto, fue liberada la modelo dominicana Zahira Rojas, quien tras ser detenida en su departamento habría señalado que compraba droga para consumo personal, aunque se sospecha que oficiaba de dealer en restaurantes, bares y discos VIP de la noche porteña.
En su declaración indagatoria, Bomparola asumió que consume drogas pero negó todo vínculo con el narcotráfico. Dijo que su medio de subsistencia es la venta de automotores, que comenzó en Bomparola Automotores, negocio propiedad de su padre, con quien dijo tener una pésima relación.
Sin embargo, su ex esposa, Viviana Vitali, lo denunció en febrero pasado al descubrir que le vendía drogas a personajes de la farándula en locales exclusivos del barrio de Las Cañitas. La investigación derivó en la detención de los sospechosos y 15 allanamientos, uno de los cuales motivó el suicidio de uno de los involucrados, que se disparó en la boca al verse acorralado por la policía.
«Rodolfo comenzó a mostrar signos de violencia raros y ahí empecé a ver qué hacía él y qué dejaba de hacer (…). Una de las pocas veces que pude revisarle las cosas, me encontré con dos ladrillos de cocaína y dos ladrillos de marihuana«, dijo Vitali en su declaración.
Su ex marido comenzó a ser muy descuidado con su actividad ilegal. Y los movimientos raros se hacían cada vez más evidentes.  En el domicilio que compartían en Las Cañitas, Viviana empezó a «ver que el movimiento de gente crecía, tocaban timbre a cualquier hora y Rodolfo los atendía (…). Si el encargado estaba en la puerta los hacía subir, pero si no, a los famosos los atendía él mismo abajo, iba a sus autos», le dijo la mujer a Clarín.
La denunciante contó también que Bomparola la golpeaba y que llegó a  violarla dos veces, lo que motivó que en dos ocasiones intentara suicidarse. Además, aseguró que su ex pareja la obligaba a tener sexo con otras mujeres mientras la filmaba. «Mi hijo -de 13 años- sabe todo», dijo.
«Me separé porque me cagaba a palos y vendía droga. Hice la denuncia porque imaginaba que en cualquier momento me podía matar», explicó. Viviana Vitali es ahora una testigo clave, protegida y con custodia.  
El juez Oyarbide le rechazó la excarcelación a siete de los ocho detenidos que ayer fueron indagados, mientras que Gastón Mercau no solicitó ese beneficio y pidió quedar preso en la cárcel de Villa Devoto.
Entre los acusados que seguirán detenidos se encuentran Bomparola, la novia de Alejandro Héctor Chávez -quien se suicidó de un tiro en la boca cuando iba a ser detenido por la policía en su departamento de la calle Olleros de esta ciudad-, y Ricardo García, señalado como presunto proveedor de la droga.
En su declaración, Bomparola reconoció que mantiene amistad con dos de los detenidos, Patricio «Pato» Garrido Pineda y el propio Mercau. En cuanto a la modelo Zahina Rojas, dijo que solo la conoce como vecina, que trabaja en un local de ropa sobre la calle Báez, y que la saluda cada vez que pasa paseando a su perro por el local.
El can al que se refiere es un Jack Russel terrier, que tras su detención quedó al cuidado de un vecino, que a su vez lo entregó a la madre de Bomparola. Su ex esposa lo reclamó al juzgado de Oyarbide, pero el detenido asegura que le pertenece y que puede presentar los papeles de titularidad que lo avalan.
En los próximos días, Bomparola será derivado a una cárcel federal, donde seguirá privado de su libertad.

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