El asesinato de la nena de 11 años fue cometido mediante un empalamiento, y los investigadores creen que ocurrió durante un ataque sexual. En tanto, los padres de la menor habían reconocido que la ropa hallada junto al cadáver era de su hija.

El crimen de una niña encontrada en un arroyo en la localidad bonaerense de Berazategui fue cometido mediante un empalamiento, y se cree que ocurrió durante un ataque sexual, informaron fuentes de la investigación.

En tanto, los mismas fuentes indicaron que en unas 48 horas estará el resultado de ADN que determinará si el cadáver pertenece a Yanela Ludmila Medina, la chica de 11 años que desapareció de su casa hace ocho días, y cuyos padres reconocieron como de su hija la ropa hallada junto al cadáver del arroyo.

Fuentes de la investigación informaron que el resultado de la autopsia arrojó como resultado que la muerte fue por “empalamiento” y que hay “altas probabilidades” de que haya sido abusada.

La Fiscal de Berazategui a cargo del caso, María de los Angeles Attarean Mena, exhibió en las últimas horas a los padres de la niña una remera y un buzo que llevaba puesto el cadáver, y el resultado fue positivo.

De todas formas, los investigadores aguardan el resultado de ADN para determinar de manera científica si el cadáver, encontrado dentro de una bolsa de residuos y con sus manos y pies atados con alambre, es el de Yanela, como sospechan.

En tanto, los padres de Yanela fueron puestos a resguardo en las últimas horas luego de que se conociera el hallazgo del cadáver, ya que los vecinos intentaron atacar la casa familiar en la que vivían, en Berazategui, porque los acusaban de someter a malos tratos a sus hijos.

La niña de 11 años desapareció el 24 de febrero pasado cuando salió de su casa en la que vivía con 10 hermanos y sus padres para dirigirse a ver a una tía a quien le iba a entregar cosméticos que vende su madre.

Desde entonces nunca más se supo nada de ella, hasta el pasado sábado, cuando fue hallado un cadáver dentro de una bolsa flotando en un arroyo en Berazategui.

Si bien el cuerpo estaba irreconocible debido al avanzado estado de descomposición, los peritos determinaron que se trataba de una niña de entre 10 y 13 años.

Además, el cuerpo estaba sólo vestido con una remera y un buzo y no tenía nada de la cintura para abajo, por lo que los pesquisas ya sospechaban que la niña pudo haber sufrido algún tipo de abuso sexual.