Un alumno de una escuela de Wilde es ferozmente golpeado por sus compañeros de clase. Al chico lo tienen de punto porque padece un retraso madurativo. Su mamá realizó varias denuncias ante las autoridades del colegio, pero nadie hace nada. Este grave hecho no es un caso aislado de falta de acciones por parte de las autoridades tanto del Consejo Escolar local, como también de la Inspección dependiente de la provincia de Buenos Aires, se han registrado graves hechos que tienen como víctimas a alumnos menores de edad, sin una debida intervención estatal.
Para Agustín ir a la Escuela Básica Nº 23 de Wilde, ubicada en la calle Bahía Blanca entre Ramón Franco y Soreda, se convirtió en una pesadilla. El joven, que tiene un retraso de entendimiento y madurativo, es acosado constantemente por sus compañeros, quienes se burlan de su discapacidad y le pegan para «entretenerse».
Un video que se encuentra en las redes sociales, en el cuál se puede ver el ataque cobarde de sus compañeros y compañeras de aula. El chico recibe a diario trompadas, patadas y empujones, ante la indiferencia de profesores y directivos, cómplices de la violencia.
«Todos los días le pegan mal, muchas veces lo dejan sin aire. La mamá se queja constantemente, cambiaron al director como cinco veces, pero nadie hace nada», contó indignado por la situación uno de sus compañeros, que también se convirtió en víctima de los alumnos por «mi vestimenta y personalidad».
«Yo lo defendí un día y a la salida me pegaron tres«, aseguró el joven. «Lo voy a seguir haciendo aunque vengan entre 20 y me maten. Quiero que hagan algo por mi amigo, porque ya quedó traumado de tantos golpes», pidió ayuda desesperado.
