Avellaneda:Pareja de ancianos son hallados muertos en Wilde

disparo-revólverUn anciano de 81 años asesinó de un tiro a su mujer, de 76, y se disparó en la boca. Dejó una carta firmada por los dos, que halló el hijo del matrimonio en la casa de la localidad bonaerense de Wilde. Según la policía, las víctimas tenían serios problemas de depresión.

Un jubilado de 81 años asesinó a balazos a su esposa, de 76, y luego se suicidó efectuándose un disparo en la boca, en un suceso registrado en la localidad bonaerense de Wilde, en el partido de Avellaneda. El episodio tuvo ribetes muy dramáticos, ya que el octogenario dejó una carta en la cual señalaba que había tomado esa decisión porque ya «no quería molestar más».

Los voceros revelaron que las víctimas fueron identificadas como Héctor José Schiafino y Haydeé Rodríguez. Los cadáveres aparecieron en la cama matrimonial, en la finca que esta pareja habitaba en la calle Bismark al 900, casi esquina Tres Arroyos, a escasos metros del Acceso Sudeste.

De acuerdo a lo manifestado por los informantes, Schiafino presentaba un certero balazo en la boca, mientas que la señora había muerto luego de recibir un tiro en la región parietal derecha. En la cocina del inmueble, las autoridades policiales correspondientes a la comisaría de Wilde (5ª de Avellaneda) secuestraron una emotiva carta, escrita por el octogenario, en la que el individuo pedía perdón e indicaba que «los quería a todos», pero había decidido quitarse la vida porque ya “no quería molestar más”. Schiafino había firmado el texto «Héctor y Haydeé». A un costado de la misiva, el humilde anciano había dejado tanto su documento de identidad como el de su pareja.

Los servidores públicos  sospechan que el jubilado baleó a su esposa mientras ésta dormía. El hombre utilizó un revólver 38 largo para ocasionar la  tragedia. Esta arma apareció junto a los fallecidos, sobre la cama. Los cuerpos fueron hallados por Gabriel Schiafino, de 48 años -hijo de los ancianos-, quien avisó de la situación a los pesquisas, luego de concurrir alarmado al domicilio de sus padres debido a que sus progenitores no respondían sus llamados telefónicos.

Las víctimas tenían serios problemas depresivos.

Intervino en esta causa, que fue caratulada «Homicidio seguido de suicidio», la Unidad Funcional Nº 2 de Avellaneda, dependiente del departamento judicial de Lomas de Zamora.

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