La historia de Alberto y Milo, puede parecerse a muchas de esas historias urbanas que nos rodean, un hombre que trabajó toda su vida y que un día al quedar fuera del mercado laboral, no pudo sostener un alquiler y quedó en situación de calle, allí conoció otros en su misma condición y también a Milo, hoy su inseparable compañero.
Alberto fue mozo, trabajaba en un restaurante en Av. Santa Fe y Paraná, también trabajo un tiempo en un pequeño bar de Paraguay al 1500 al lado del edificio judicial, vivió gran parte de su vida en la zona sur en Guernica y cuando perdió todo vivió en la calle, allí conoció a Milo cuando era un cachorro (hoy tiene un año y medio) y como su «dueño» original no lo cuidaba ni lo alimentaba, Milo lo eligió por los cuidados, desde entonces se hicieron inseparables.
Un día Alberto comenzó a vivir en la calle Jovellanos y Suárez, en las puertas de lo que fue un garaje, allí pasaba los días con su compañero y pronto se ganó el afecto de los vecinos y algunos empleados de la zona, los que se acercaban a charlar y ayudarlo, cuando la señora Graciela Marta Viñas se interesó por la situación de Alberto y Milo, llevó su inquietud y pedido de ayuda a las redes sociales, publicó en su muro de Facebook una foto y el pedido de ayuda, lo que fuera para Alberto y Milo.
La repercusión fue masiva y la respuesta solidaria de la gente no se hizo esperar, fueron muchas las almas solidarias, mucha la gente que quería colaborar, mientras algunos funcionarios y algunas ONG pusieron alguna condición para ayudar, la gente dio no solo alimentos y cosas, dio amor.
El sábado 27 de junio pasadas las 11:30 hs. Alberto y Milo se mudaron a la zona norte, a vivir en una habitación que la Sra. Antonia Bárbara Melendi les ofreció para paliar su situación, así con la ayuda de Leonardo Piatek y Graciela Marta Viñas, partieron rumbo a Benavidez, además Alberto recibió una propuesta laboral en un depósito de la zona de Pilar que posee la empresa Telecom a quien felicitamos por la iniciativa.
Estuvimos presentes porque Alberto y Milo van a seguir necesitando de la solidaridad de todos, pero esta historia además debería ser un ejemplo de que las redes sociales también pueden ser un importante instrumento social.
Celebramos la solidaridad y felicitamos a todos los que han dicho presente.
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| 27 de junio de 2015 Alberto y Milo |
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
